Las obras de reforma de este emblemático parque empezarán a partir de julio y pretender revitalizar este espacio como zona literaria y de descanso.
El Turó Parc es uno de los espacios verdes más conocidos de Barcelona ¿quién no ha paseado entre sus arbustos cilíndricos? ¿O contemplado los nenúfares del estanque? Tanto uso se le ha dado que necesita ‘una mano de pintura, por eso el Ayuntamiento ha presentado a las asociaciones vecinales un proyecto de reforma del parque. El proceso empezará a partir de julio y tiene el objetivo de devolverle la vocación de espacio literario y descanso de sus inicios.
Las obras costarán 806.586€ y consistirán en la reposición de la vegetación y el arbolado, la mejora de los caminos y el estanque o la creación de una zona de juegos, otra para personas mayores y otra para recuperar el espacio que se dedicaba al teatro de títeres. Estas empezarán en julio y se ha dejado claro que a partir de ese mes, los perros no podrán acceder al recinto, ya que estos son los que han propiciado el desgaste progresivo del parque.
La Associació de Veïns i Comerciants del Turó Parc está de acuerdo en que se necesita una intervención pero que, dado el uso intensivo que se le da, es muy difícil recuperar la identidad de parque histórico. El Turó Parc se inauguró en 1912 como parque de atracciones y así funcionó hasta 1929. En 1934 el arquitecto Nicolau Maria Rubió i Tudurí rediseñó la estructura del recinto y volvió a abrir sus puertas, así hasta hoy.
Los vecinos aseguran que la idea del Ayuntamiento es muy romántica pero que las circunstancias no tienen nada que ver con las que propiciaron la reapertura del parque en 1934. La ciudad ha cambiado y su relación con los barceloneses no es la misma que la de hace setenta años.
Fuente: BTV