Los vecinos del barrio le darán una segunda vida.
Ya no hará falta memorizar el número que la identifica (8595A) como si de un código PIN se tratara. Y no hará falta por la sencilla razón de que es la única. La única o la última (¿no son lo mismo?): lo que se prefiera.
El caso es que la cabina telefónica de la Calle Lledoner, 2, del barrio barcelonés de Sant Genís dels Agudells, será el último reducto de la comunicación telefónica ochentera. Porque, ¿acaso existe un icono relativo a la cultura popular española de los 80’ más clásico que una cabina telefónica?
Para su conservación, se pensó en el reciclaje. Primero la reivindicación cultural y luego la reutilización. Es decir, no es la nostalgia por la nostalgia. Sino que los vecinos del barrio pretenden darle un uso práctico. Se propusieron las siguientes opciones: teléfono de civismo, punto wifi y lugar en el que intercambiar libros. Ganó la última opción.
No obstante, hasta que se lleve a cabo la adaptación, antes se organizará un festival de cortometrajes con la cabina como protagonista. Siendo que, además, hoy se hará la presentación de las bases del festival. A las 21:30 en el centro cívico Casa Groga y con el visionado de películas en las que la cabina ha tenido un papel destacado.
La inscripción y entrega de cortos está disponible hasta el 17 de octubre. El premio, por su parte, se entregará el 17 de noviembre a las 18:30 en el mismo centro cívico. Los cortos deben durar entre uno y cinco minutos y son de temática y formato libres. Eso sí, con la obligación de incluir el siguiente sintagma: “la última cabina de Barcelona”, así como de que la cabina sea protagonista.
Fuente: La Vanguardia.