Cada persona tiene un olor que le identifica y después de vivir en Barcelona durante un tiempo te das cuenta de lo mismo pasa con las ciudades. Es la ciudad de los mil olores pero hasta que no te paras a pensarlo, no te das cuenta ¿Quieres saber qué huele la ciudad
1. A mar
Estés donde estés, Barcelona está impregnada por un olor en el que sal y humedad se entremezclan con la brisa marina. Como es lógico, es más intenso en zonas playeras como el Maresme, alejadas de la gran ciudad, pero ningún rincón se libra de su presencia; por muy contaminado que esté.
2. A pescado
Está vinculado al olor a mar pero también te lo puedes encontrar en mercats como La Boquería (que también huele a masificación), el Ninot o el de Poble Nou.
3. A flores
Margaritas, girasoles, lavanda, rosas…Sea la época del año que sea, La Rambla es una explosión de color que hace que siempre huela a primavera ¿Quien necesita comprarse el último perfume de moda pudiendo pasar por aquí y oler a naturaleza? Es una de las ventajas de vivir en Barcelona que más nos gusta.
4. A chocolate
Este olor se intensifica en el carrer Petritxol, lugar de culto para los más golosos y chocolateros por sus gofres y churros. Si quieres que no te salga un barrigón digno de Homer Simpson, no te acerques por aquí. Todo está demasiado bueno.
5. A viejo
La ciudad condal también huele a bombas lanzadas durante la Guerra Civil, a decisiones tomadas en termas romanas, a liturgia, a tiendas de juguetes, a la Catedral del Mar…El lugar en el que se concentran todos estos olores se concentran en un único punto: el Barrio Gótico.
6. A arte
Sí, sabemos que suena muy etéreo pero después de vivir en Barcelona durante un tiempo hemos averiguado cómo es este olor. Solo hay que acercarse al Raval o Poble Sec y olisquear un poco para comprobar que es una mezcla de aerosol, pintura y una pizca de verde. Sí, ya lo sabemos, la ciudad destila arte por todas sus calles pero a nosotras nos interesa el arte emergente que se está abriendo paso en el marco de la crisis.
7. A pureza
Basta con subirse al teleférico hasta los Jardines de Miramar para posicionarte sobre la capa de contaminación que envuelve la ciudad y aspirar el verdadero olor del aire y la vegetación.