La vida en Barcelona fue durante el pasado año hasta un 20 por ciento más cara que en el resto del Estado. Así se deduce de El índice del coste de la vida en las ciudades que ha publicado el Banco de España. Lo mismo ocurre en Madrid.
De esta forma, para equiparar el poder adquisitivo que alguien en cualquier otra ciudad de España tendría con unos ingresos de mil euros al mes, un barcelonés tendría que cobrar 1.200 euros. Y como era de esperar, la cuestión principal detrás de esta falla entre unos y otros es el coste de la vivienda, especialmente el alquiler. Según el citado estudio, arrendar una vivienda en Barcelona o Madrid fue durante el 2020 hasta un 82 por ciento más caro que en la media del país.
Obviamente, no se puede dejar de hablar de la diferencia salarial. En la capital catalana y en Madrid los salarios fueron cerca de un 45 por ciento más altos que la media estatal, pero aun así no alcanza para compensar la diferencia en cuanto a ingresos.
Esta brecha entre unas ciudades y otras, principalmente entre las ciudades grandes y las más pequeñas sigue aumentando con el tiempo. Mientras que la diferencia en el coste de vida entre ciudades era de un 2 por ciento en 2004, el pasado año este porcentaje ascendió hasta el 3,1 por ciento.