Aquí puedes comer hígado de rape o natto, un aperitivo japonés hecho con semillas de soja cocidas y fermentadas.
Cuantísimo ha cambiado el mundo en los últimos años: apenas hacen falta milésimas de segundo para videollamar a un amigo de otro continente, las cámaras analógicas llegaron para quedarse se fueron para irse y volvieron para quedarse y los restaurantes japoneses eran una rareza que nadie pisaba y ahora los hay más que de comida autóctona. Publicaba, de hecho, el otro dia La Vanguardia un artículo sobre el primer restaurante japonés en España: apenas comían en él los marineros japoneses que llegaban a Las Palmas.
En esas ando pensando después de comer en Wakasa, el restaurante –la tasca o la taberna, más bien– que nos hemos atrevido a calificar como el mejor restaurante japonés de la ciudad. No obstante, no descarto que el pensamiento pueda cambiar de aquí a poco tiempo porque uno es de estómago agradecido y siempre vive con la sensación de que la última croqueta que probó es la mejor croqueta que jamás se ha hecho.
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Es posible que haya ese cambio de opinión o es posible que no: Wakasa, que lleva abierto diez años, es diferente a cualquier restaurante japonés. Y no es la típica fórmula que se usa para hablar de comida exótica, eh. Lo digo con la certeza de que no es normal que en algún otro sitio que se vanagloria de servir comida japonesa te sirvan el hígado de rape o natto, un aperitivo japonés hecho con semillas de soja cocidas y fermentadas.
Wakasa, además, tiene un superpoder que ratifica toda persona con la que he hablado del restaurante –y también por vivirlo en mis propias carnes, pero mejor pongo la opinión de otros porque como crítico gastronómico está fea la falacia afectiva–. Decía que tiene un superpoder y ese superpoder es el de convertir a todo aquel que va en un parroquiano: de convertir Wakasa inmediatamente en su restaurante japonés favorito.
Local pequeño, producto de calidad y autenticidad japonesa garantizada: esos son los tres ejes a partir de los que se entiende que haya que reservar –vía email– para ir. Para ir y dar la razón (o no) al autor del artículo en aquello de que sí, de que Wakasa es el mejor restaurante japonés de Barcelona.