Además de ir a la playa, relajarnos en una terraza o eternizar los momentos de vermut dominguero, el otoño está hecho de otra pasta, de árboles con colores cambiantes, paseos por el campo y contemplación de paisajes. Sobre todo de contemplación de paisajes. Aquí te dejamos un listado de cinco entornos de belleza incuestionable y situados cerca de la capital.
Montserrat, la montaña sagrada
Contemplar la belleza de Montserrat es probablemente uno de los mayores atractivos de Catalunya. Tanto para los amantes de la naturaleza como para aquellos que buscan cierta paz o espiritualidad, este lugar está repleto de magia y ofrece un sinfín de planes. Además, el museo acoge obras de Picasso, Dalí, El Greco o Caravaggio, entre muchos otros. También puedes perderte entre los caminos que suben al Monasterio, dar un paseo en el cremallera o sentarte a contemplar la belleza de sus formas.
El Penedès: mucho más que vino
Un destino en el que perderse entre viñedos, relajarse contemplando la puesta de sol a lo largo de sus campos llanos, bañarse en lagos o practicar deportes de aventura en montañas como las de la Sierra del Montmell. Y claro, cómo no, degustar un buen vino. La capital, Vilafranca del Penedès, es una ciudad de origen medieval que también nos ofrece una animada actividad con sus terrazas en la plaza del Ayuntamiento y sus bonitas calles.
Sant Jeroni de la Murtra
Un itinerario circular por el parque de la Cordillera de Marina, situado a pocos kilómetros de Barcelona, en Badalona. Su gran aliciente es el monasterio gótico, fundado en el siglo XV. Un refugio de silencio y paz que puede visitarse libremente de martes a sábado, de 10 a 13h.
Montseny, un paraíso rural
Junto a Montserrat, una de las montañas más bonitas de Catalunya. Nos ofrece lugares como el pantano de Santa Fe, la ermita de Sant Martí del Montseny, el pico de Matagalls o el Turó de l’Home. También podrás perderte entre sus bosques, escalar o relajarte haciendo un picnic en una de sus extensas explanadas.
Burriac, en la Serralada Litoral
El castillo de Burriac cuenta con magníficas vistas y nos regala un entorno privilegiado cerca de Barcelona. Situado entre las poblaciones de Argentona y Cabrera de Mar, este lugar cuenta con vistas al mar y esa decadencia propia de un rincón abandonado pero que conserva todo su encanto.