La selección española de fútbol femenino ha ganado el Mundial. Y aunque ese debería ser el titular principal que ocupara al periodismo deportivo en los últimos días, es evidente que la polémica se ha extendido mucho más allá, para que las portadas hayan acabado copadas por días con el tema que ha revelado el machismo inherente todavía en tantas capas de nuestra sociedad: el beso de Rubiales a Jenni Hermoso en la celebración de la Copa del Mundo.
Poco a poco, el mundo parece tomar consciencia de la gravedad del asunto, y las denuncias y condenas a la agresión sexual se multiplican. Ahora, otra denuncia, esta en forma de arte, ha aparecido en la ciudad. Se trata de un mural donde aparece Rubiales besando a Mike Tyson que está en la calle Vallespir de Baix del barrio de Sants.
El mural, del artista Diego Ojeda (@nadiemedicearte en Instagram), se pregunta si el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol le hubiera plantado «un piquito» también a otro tipo de deportista de élite que no fuera una mujer, ya seane el exjugador del Barça Iniesta, el madridista Carvajal o, mismamente, el boxeador de élite Mike Tyson.
Desde el feminismo se lanza a menudo una pregunta que sirve como broma, pero también como medidor, para que los hombres reflexionen sobre si sus comportamientos con las mujeres son adecuados. La pregunta es: si quieres saber si ese gesto hacia una mujer está bien, pregúntate si harías lo mismo con The Rock (el actor Dwayne Johnson). ¿Le plantarías «un piquito» a The Rock en una celebración? ¿ Le abrazarías y lo cogerías cariñosamente por la cintura?
Esa pregunta (con Mike Tyson de protagonista) es la que se plantea este mural y su respuesta, la que nos ha de hacer reflexionar sobre cómo nos comportamos en nuestro día a día y de hoy en adelante.