Cada mes que pasa Barcelona es un poco más verde y un poco más peatonal. Hace unos meses hablábamos del urbanismo táctico del Ayuntamiento enfocado en l’Eixample y su voluntad de reformar la ciudad para hacerla más respirable y más habitable. Ahora es el turno de la calle Pelai.
El objetivo de esta reforma es revitalizar y dinamizar la zona favoreciendo el tránsito a pie, reactivando así también la actividad económica de la zona. El fin último es sacando el tráfico de vehículos contaminantes de la escena para encaminarse al modelo del Portal de l’Àngel, una calle comercial, muy transitada y cerrada al tránsito de vehículos.
Se prevé que sea a mediados de abril cuando finalicen unas obras que consistirán en ampliar las aceras cuatro metros siguiendo la lógica del urbanismo táctico, de forma que no será necesaria una reforma costosa y dilatada en el tiempo, sino que tan solo se pintará la zona de asfalto que pasará a convertirse en área peatonal. Como puede verse en el mockup diseñado por el Consistorio, la zona destinada al peatón se pintará en colores vivos con símbolos que simulan los panots que decoran las aceras.
Se pasará así de los cinco metros actuales a nueve, eliminando para ello algunos carriles de circulación para vehículos: uno entre la plaza Universitat y la calle Balmes y dos entre Plaza Catalunya y Balmes. En total, 1.500 metros cuadrados de espacio nuevo para transitar a pie.
Además, la velocidad del tránsito de vehículos también se modificará, reduciéndola de los 50 km/h actuales a los 30 km/h, ya que, como ha dicho la teniente de alcalde Janet Sanz, «es un sinsentido que en un espacio donde se quiere recompensar el paseo nos encontremos con coches pasando a 50 km por hora». También se conectará por carril bici la plaza Universitat con la plaza Catalunya.