Las obras se completarían en 2029, a modo de homenaje de la Expo de hace cien años.
Hay dos puntos de partida para entender el sentido de la remodelación: uno, la Fira se ha quedado pequeña –se aspira a mantener el Mobile World Congress y para ello es necesario ampliar espacio– y dos, en 2029 es el centenario de la Exposición Internacional de Barcelona.
Por eso, decimos, la Generalitat ha decidido presupuestar con 380 millones de euros una macro obra que el cambiará la cara a esta zona de Barcelona.
La obra tendrá dos focos de acción: uno, la ampliación del recinto de Gran Via de Hospitalet de Llobregat. La obra permitirá añadir 60.000 metros cuadrados a los 240.000 que ya tiene.
El otro foco de acción es el de la renovación del viejo recinto de Montjuïc. El proceso aun está en fase de estudio –se quiere habilitar nuevos espacios como el palacio de Alfonso XIII y se quiere usar el palacio de Victoria Eugenia para fines culturales–, pero lo que está claro es que María Cristina se peatonalizará.
La importancia simbólica de la remodelación es absoluta. Se aspira a unir la plaza España con la montaña de Montjuïc; se aspira a acercar el MNAC a la ciudad. Para que la obra no cause demasiados perjuicios en los conductores, también se prevé alargar la calle de la Guardia Urbana para que conecte con Paral·lel.