La Asociación Cetácea (ACN) celebra el hallazgo del ejemplar de tiburón mako de 2,5 metros de largo que fue descubierto nadando en aguas del Garraf el pasado 3 de julio. Aunque el mako fue divisado lejos de la costa, se encontraba a nado cerca de la superficie. De este modo facilitó su reconocimiento y la grabación de las impresionantes imágenes cedidas por la ACN. Este hallazgo es importante ya que es un pez críticamente amenazado en el Mediterráneo según la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y en 10 años de estudio nunca se había podido filmar.
Esta especie de tiburón se encuentra, desde hace años, en peligro de extinción. Para empezar, es víctima directa de la pesca masiva de tiburones debido al comercio internacional de sus aletas. En consecuencia, su reproducción se complica, pues tarda 18 años en alcanzar la madurez para hacerlo y la posibilidad de ser capturado antes es muy alta.
El surus oxyrinchus (en catalán solraig) puede llegar a medir hasta 4,5 metros y es la especie de tiburón más rápida que existe ya que puede alcanzar los 70 km/h. El mako habita mares cálidos, y suele estar localizado en aguas abiertas a casi 900 metros de profundidad. Por esto es un hallazgo inusual para el que la ACN ha colaborar con Catsharks, una entidad dedicada al estudio de tiburones y mantas.