Los vecinos del Poblenou están indignados
Igual que la Masia no es toca, el Tio Che tampoco. Ese hashtag, el de #eltiochenoestoca, es el hashtag bajo el que se están agrupando u organizando virtualmente todos los que se muestran contrarios a este sorpresivo movimiento del ayuntamiento.
El movimiento en cuestión es el siguiente: el ninot de la horchatería El Tio Che ha sido retirado por haber ocupado indebidamente el espacio público. De ahí que, por incumplir la legalidad vigente, deban pagar por ello. Pagar con 105€ y retirando el mítico ninot (también la papelera, pero eso trasciende menos).
La horchatería lo ha anunciado en sus redes sociales: “Por ordenanza hemos tenido que retirar al Ninot centenario de su esquina tradicional. Esperemos que haya sido un mal sueño, una pesadilla. El Ninot es de Poblenou”
El Tio Ché, ya hemos hablado de ella en varias ocasiones, no es sólo una de las mejores horchaterías de Barcelona (sus horchatas están que ni hechas en Alboraya).
El Tio Ché es, al mismo tiempo, uno de los locales más emblemáticos y reconocidos de Poblenou.
Abierto en los cuarenta después de un corto peregrinaje previo por El Born y la Barceloneta, el Tio Ché es historia viva de Barcelona. Y el ninot que figura en su puerta, también. Esta figura con estética de labrador valenciano es, indudablemente, un clásico entre el mobiliario urbano barcelonés.
Y lo es por tiempo, por estética y por el cariño recibido.
Prueba de este cariño es la forma en que ha sentado la noticia entre los vecinos: son ellos quienes han creado un Change.org (a pesar de que esto tampoco implique mucho, es significativo). Una petición, por cierto, que ya ha recibido más de dos mil apoyos.
No deja de ser elogiable (o por lo menos curioso) que en tiempos de gentrificación y de despersonalización de la ciudad, la identidad del barrio refulja con tantísima fuerza. Y no deja de ser elogiable que lo haga en un aspecto tan concreto, tan preciso.
Por ahora, el ninot está a la sombra (en el centro de imaginería festival del barrio, en la biblioteca de Can Saladrigas). A la sombra, esperando a salir.