La huelga de limpieza y recogida de basuras que amenaza desde hace días a Barcelona parece llevar camino de convertirse en una realidad. El Ayuntamiento ya ha convocado los servicios mínimos y ha llamado a los vecinos a intentar reducir su generación de residuos para evitar «el caos» que anuncian los convocantes del paro.
A la huelga, convocada por UGT, se unieron ayer CCOO y CGT, sumando así 4000 trabajadores cuyo paro puede afectar a 1,6 millones de personas. Si la situación no cambia, el parón de los basureros barceloneses empezará el domingo 24 a las 21h. y se alargará seis días, hasta el sábado 29. La huelga de limpieza, la primera desde 1982, puede afectar notablemente a la ciudad, dado que empezará la noche de la Diada de Sant Jordi, tras la instalación de todas las paradas de libros y flores, y en plena temporada de repunte del turismo.
Las peticiones de los huelguistas
La principal petición de los 4.000 trabajadores de limpieza de calles, alcantarillas y recogida de basuras es un aumento de sueldo, que se reclama a las empresas concesionarias de limpieza que subcontrata el Ayuntamiento de Barcelona: FCC, Corporación CLD Servicios Urbanos de Tratamiento de Residuos, Urbaser y Prezero. Según los convocantes denuncian en un artículo de El Periódico, sus salarios llevan congelados desde 2018, y critican que el sueldo de un peón sin antigüedad es de 1300 euros.
Por otra parte, los empleados de la limpieza quieren conseguir que haya una elección libre del turno, los horarios y el servicio, y reclaman que se eliminen los turnos de siete días y que se imponga un descanso semanal obligatorio de dos días.
Algunas de las declaraciones de los trabajadores apuntan al aumento de trabajo que ha supuesto el plan de choque que el Ayuntamiento activó en 2021, en respuesta a la preocupación de los vecinos por la percepción de suciedad en la ciudad, y que ha supuesto un incremento en la frecuencia de las actuaciones o en los trabajos en ciertas zonas. Con el tiempo corriendo del lado de los trabajadores, las negociaciones entre empleados y empresas concesionarias, mediadas por el Departament de Treball, no avanzan, y aunque hay tiempo hasta el domingo a las 21h. las posiciones parecen bastante encalladas.
La reacción del Ayuntamiento: los servicios mínimos
Mientras dura la negociación, el Ayuntamiento ha decretado los servicios mínimos de limpieza. El foco se pondrá en zonas de especial atención: hospitales, colegios, geriátricos y mercados. En estos espacios la recogida mantendrá su ritmo habitual, mientras que en resto de la ciudad se reducirá la recogida selectiva al 50%. La limpieza de las calles (parques, playas o papeleras), se realizará dos veces alternas durante la huelga, los puntos físicos de recogida operarán al 33% y la limpieza del alcantarillado y las fuentes se hará solo en casos de emergencia.
La normalidad solo se mantendrá, a medias, en grandes eventos como la Feria de Abril, que serán recogidos al mismo día o al día siguiente, y en servicios como la recogida de residuos más voluminosos que impidan la circulación viaria, la recogida de jeringuillas y la de animales muertos.