Quizás alguna habías tenido ese presentimiento: el aire de Barcelona está cargado. El calor intenso del verano ha intensificado una sensación de pesadez que ahora un estudio ha venido a confirmar. El aire de Barcelona está cargado de mucho más que oxígeno.
Concretamente, de partículas finas, el contaminante que supone el mayor riesgo para la salud según la OMS, y que estás relacionadas, en buena parte, con la polución provocada por los coches. Así lo determina un análisis llevado a cabo por Stressfreecarrental.com (según informa Time Out), una empresa de alquiler de coches que, irónicamente, ha analizado los niveles de polución de las principales ciudades europeas.
Para hacerlo, el estudio se ha basado en las directrices de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud, que dice que el nivel máximo de partículas finas considerado seguro es un promedio a largo plazo de no más de 5 μg/m3 (microgramos por metro cúbico). Por desgracia, Barcelona supera con mucho esta medida.
Barcelona, ciudad contaminada
Según este estudio, las cinco ciudades que encabezan la lista tienen un promedio a largo plazo que es al menos el doble de la recomendación de la OMS. Milán es la ciudad más contaminada de Europa, con niveles casi cuatro veces superiores a la cantidad segura, 19,7 μg/m3, seguida de Atenas, segundo lugar más contaminado con 13,6 μg/m3 y Praga, muy cerca, en tercer lugar.
Barcelona ocupa el cuarto lugar en la lista, con niveles de alrededor de 12 μg/m3, por delante de Berlín, Roma, París, Brusela, Hamburgo y Amsterdam, que completan los diez primeros puestos, en un ranking que nos obliga a pensar en formas de vivir en la ciudad que sean menos contaminante, desde un mayor uso del transporte público a alternativas como la bicicleta.