Pues sí, así se llama. Está en el Raval y no tiene salida. No es extraño que pase: las calles de Barcelona y sus nombres se comportan como reflejo del momento histórico vivido. El ejemplo más inmediato es el del Almirall Cervera, en la Barceloneta, sustituido por Pepe Rubianes.
Pero hay muchos más. La feminización del nomenclátor en los últimos años es un buen ejemplo de ello. La política es insolapable de cualquier ámbito vita, y la odonimia, la nomenclatura de las calles, no es un campo ajeno a esta idea.
Si el mayor ejemplo -o uno de los más significativos- en Barcelona era el del Cinc d’Oros que comentamos en este artículo, el del Malnom, a pesar o precisamente por llevar tantos años con el mismo nombre (así como por su ubicación) es otro de ellos.
¿Por qué hay una calle con un nombre tan «malo»?
A saber, una calle olvidada en medio del Raval. Un tramo de unos cuantos metros en los que sólo hay puertas (¡puertas, como en cualquier calle -pero en este caso de casas y no de negocios-!). Un callejón, con todo el despectivismo que le otorga el sufijo, sin salida. Una callejuela, lo mismo de la acotación anterior, cerca de la Boquería. Una calle, insistimos, olvidada, ¿a quién le iba a interesar cambiar su nombre?
La Calle del Malnom. Malnom en su traducción al castellano -huelga decirlo-, es sobrenombre o mote de carácter peyorativo. Entonces aquí se produce una ironía o una metaironía, si se quiere ser retorcido. Malnom a una calle en la que proliferaba la prostitución, las drogas, el hampa del siglo XVII.
El primer documento que registra la existencia de esta calle es de 1624. Pero tal es la confusión y el descuido al que se ha sometido a la calle que ni los historiadores están de acuerdo en cómo era su nombre previo. Hay quien dice que se llamaba Tifella (que presumiblemente era una persona famosa de la época) y quien asegura que era Titella.
Ambos, en cualquiera de los casos, nombres considerados malsonantes y ofensivos para la época (según el nomenclátor del Ayuntamiento de Barcelona). Tan ofensivos que pueden ser una de las razones por las que se cambió el nombre a Malnom.