Encontrar Casa Güell en Google puede ser un desafío, ya que su nombre evoca los famosos palacios del centro de Barcelona, frecuentados por turistas. Sin embargo, los barceloneses que buscamos autenticidad y sabor local preferimos lugares como este: restaurantes genuinos en barrios como el Poblenou, con una cocina cuidada y pensada para los residentes. Más Casa Güell y menos Palau Güell.
Ubicado frente a la Beckett, Casa Güell se ha convertido rápidamente en un punto de encuentro para los vecinos del barrio, que descubrieron en menos de una semana su croqueta de idiazábal y velo ibérico, que ya es de nuestras preferidas en la ciudad. El chef Jordi, con una amplia experiencia internacional, apuesta por sabores potentes y contundentes. Su predilección por añadir huevo o trufas a los platos para aumentar su untuosidad es una muestra de su estilo.
Así, mejor evitar el tartar asiático, que pide más delicadeza, y centrarse en sus interpretaciones robustas de la cocina catalana y castiza: ceps con huevos rotos, flores de calabacín rellenas con mató y romesco, calamares con bolets y huevo roto. Todo es contundente, sabroso y satisfactorio, con una clara coherencia culinaria.
Para el aperitivo, muchos acuden a Casa Güell para disfrutar de su vermú y embutidos de calidad (atención a la lengua curada). De postre, el flan es, junto a la croqueta, una de las estrellas de la casa. En resumen, todo está bien pensado y ejecutado.
📍 Carrer de Castella, 1, Sant Martí