Unos centímetros menos que Shakira tumbada, como cinco iPads o como una puerta del Imaginarium, así es el ancho de la que probablemente sea la casa más estrecha de Barcelona.
Lo descubría o, simplemente, lo preguntaba por Twitter Jordi Ramoneda Tuset hace unas semanas. Adjuntó una foto del edificio acompañado del planteamiento: «¿Puede ser el edificio más estrecho de todo Barcelona?».
Puede serlo, pero, ¿dónde está? Y lo que es más importante, ¿qué hay o quién vive ahí?
La casa está en la Calle Sepúlveda, 153; está compuesta por tres pisos; y su ancho es de aproximadamente metro y medio (como la casa que le construyen los vecinos de Springfield a Ned Flanders).
La pregunta la interpretó Carlos Márquez Daniel como un guante lanzado al aire. Lo recogió y ayer publicaba en El Periódico un artículo (de investigación, si no nos ponemos muy estrictos) en el que informaba de su razón de ser.
La puerta llevaba décadas sin abrirse, los vecinos no tenían ni la más remota idea de qué había detrás de esas persianas y los empresarios del bloque, tampoco. Así que el periodista decidió ir a la vuelta de la esquina (fruto de la investigación previa ejercida Google Maps mediante) y resolver el enigma.
El edificio más estrecho de Barcelona son las oficinas del aparcamiento que hay en la Calle de Casanova, 23. Y la puerta de entrada al edificio está por el mismo párking.
Misterio resuelto.
Fuente: El Periódico.
Foto de portada: Jordi Ramonet Tuset