A pesar de que hay fuentes más grandes en Barcelona, Canaletas sigue siendo el foco de peregrinaje cuando se gana una torneo.
El sitio en el que los culés celebran sus triunfos es un poco extraño, hay que admitirlo. cuando uno pasea por La Rambla no se imagina que esa pequeña fuente congregue a miles de aficionados cuando suena el pitido final de un partido que supone un título más para la vitrina culé.
Entonces, ¿por qué van allí? Para encontrar la respuesta hay que retrotraerse hasta los años 30, cuando en el edificio que se encuentra frente a la fuente tenía su sede la redacción de ‘La Rambla’, diario deportivo de la época. La redacción tenía dos cosas esenciales para los corazones culés de la época: un teletipo donde llegaba la información de los partidos que se jugaban fuera de casa (la radio no era todavía un instrumento de masas) y una pizarra.
Cuando sabían el resultado del partido, lo escribían en la pizarra y lo mostraban a través de las ventanas. Afuera, expectantes, se congregaban los culés. Cuando el resultado era positivo, celebraban allí mismo –de cuando era negativo no hay datos–. Y hasta ahora.
A pesar de que la redacción ya no existe, a pesar de que hay fuentes más grandes en Barcelona y a pesar de que los seguidores se han multiplicado por miles, Canaletas sigue siendo el foco de peregrinaje cuando se gana una torneo.
Foto de portada: belowactions.com