Barcelona tendrá que despedirse temporalmente de una de sus salas más emblemáticas. Epicentro cultural de la ciudad, la Sala Barts ha sido testigo de propuestas de todo tipo, no solo del plano musical, sino también de la escena humorística, de la danza y del mundo del teatro. Ahora, tras casi 10 años siendo gestionado por The Project, el centro cerrará sus puertas el 17 de abril. Así lo ha anunciado la promotora, que ha decidido no presentar su proyecto al nuevo concurso puesto en marcha para la gestión del teatro. Su decisión se debe a las discrepancias con el Ajuntament de Barcelona. Desde el consistorio se ha optado por limitar el uso de este espacio, haciendo inviable la continuidad del proyecto actual, concebido desde una perspectiva más transversal y polivalente.
El resto de las candidaturas para la adjudicación ya están siendo evaluadas, por lo que el resultado será comunicado en un plazo de entre 10 y 15 días, lo que permitiría que la sala volviese a estar en funcionamiento antes del verano. El canon fijo mínimo que deberá ser abonado al Ajuntament asciende a 30.000 euros anuales con una inversión paralela de 20.000 euros para cada una de las dos líneas de proyectos, la educativa y la de producción de espectáculos.
10 años desde su apertura
Ubicada en el número 62 de la avenida del Paral·lel, la Sala Barts ha acogido a más de un millón y medio de espectadores desde su apertura en 2012. El centro cultural se compone de dos salas, la principal y la sala club. La primera cuenta con un total 1.500 localidades contando ambas las que disponen de asiento y las que no. Por su parte, la segunda constituye un espacio más íntimo, con capacidad para 130 espectadores.
Artistas reconocidos del panorama musical nacional como Dorian, Amaia, el Kanka, Love of Lesbian, Estopa o Rozalén son solo algunos de los que han pisado su escenario. El espacio acogió las dos ediciones del Festival Mússol, una iniciativa solidaria cuyos fondos se destinaron al alojamiento de niños con cáncer infantil. Otro de los grandes éxitos del centro han sido sus producciones de teatro familiar, como es el caso de ‘El Petit Príncep’, que se ha prolongado durante 8 temporadas. Además, entre sus paredes también ha tenido cabida el humor, con shows que van desde referentes clásicos como Berto Romero y Buenafuente hasta otros más novedosos como ‘Estirando el chicle’ o ‘Ni puta gracia’.