Mucho antes de la masificación de Ikea y la tradición contemporánea de comerse un frankfurt después un paseo entre muebles, hubo una tienda en Barcelona que moldeó los sueños sobre cómo queríamos que fuera nuestra casa del futuro. Se trataba de Habitat, una cadena con nombre acogedor que ahora, después de décadas amueblando casas barcelonesas, cierra su persiana.
Adiós al mítico local de Habitat en Diagonal con Tuset, con su marquesina roja y a los otros 25 locales que la marca francesa tiene repartidos entre Francia, España, Marruecos y Suiza. La compañía se ha declarado en bancarrota, y a finales de mes desaparecerá junto a todas sus tiendas.
Así lo ha explicado la empresa, que ha pasado de facturar 100 millones de euros en 2019 a los 64 millones de euros en 2021, acumulando millones de pérdidas. De hecho, el 28 de diciembre de 2023 la empresa pidió la liquidación forzosa de la marca, dejando sin trabajo a sus 400 empleados.
Según explicaba el medio frances ‘Le Monde’, Habitat explica este fracaso por «profundas dificultades financieras atribuibles a una gestión anterior fallida y exacerbada por factores más recientes» como la inflación o la caída de ventas de las tiendas.