Los cinéfilos del mundo no han quitado los ojos de Los Ángeles, Estados Unidos, esta semana, para seguir con atención los Oscar y ver cuáles son las grandes pelis que decoran el cielo de las estrellas cinematográficas del 2024. Pero los cinéfilos de verdad, aquellos amantes del cine de barrio pequeño y casero, donde tantos amores de película se han forjado, tienen ahora un nuevo reto muy cerca de casa, que puede acercarlos a ese sueño romántico que muches han tenido alguna vez, el de regentar un cine centenario para ver las películas desde la sala de proyección y cocinar el futuro de las cinefilias de los demás.
Esto es lo que ofrece, o pide, el cine de Camprodon, una sala de 400 butacas centenaria que busca ahora jóvenes que le den un nuevo impulso. El cine, uno de los más antiguos de Catalunya, ha lanzado una campaña para captar nuevos socios y un público más joven, una de las claves para dar c
ontinuidad a este proyecto histórico.
Lo ha hecho a través del Casal Camprodoní, la entidad sin ánimo de lucro que gestiona esta sala. Actualmente, en el Casal hay más de 600 socios, pero les falta gente joven para garantizar que el proyecto pueda seguir vivo en los próximos años.
Desde el Casal de este municipio de Ripollés de 2400 habitante se comprometen a enseñar a les interesades cómo se lleva este cine, y explican a un 324 que ellas hacen todo, «desde hablar con los medios a pegar carteles».
Así pues, quien esté interesado sólo tiene que dirigirse al Casal Camprodoní y empezar a vivirel sueño de vivir entre películas.