Los récords de calor de la semana pasada parecían augurar un adiós prematura al invierno y Sant Jordi soleado y glorioso. Pero, si algo no está enseñando el cambio climático es que sus consecuencias no son solo el calor acentuado, si no los fenómenos extremos, es decir, los vaivenes de la temperatura en oposición a las estaciones con climas más sostenidos a las que estábamos acostumbrados.
Así, el frío del invierno o las mañanas frescas de primavera desaparecen para dejar paso a dos estados: calor extremo y lo que parece que asomará esta semana de Sant Jordi (como en aquella Diada de hace dos años): frío repentino y, quizás, también lluvias.
Esta semana ya hemos tenido algunos días frescos, y ahora los dos principales modelos meteorológicos, tanto el europeo como el americano, anuncian la llegada de una perturbación retrógrada que podría traer una masa de aire frío polar continental que baje las temperaturas.
Si esto sucede, a principios de la semana que viene, la semana de Sant Jordi, tendríamos una bajada de las temperaturas generalizada en Catalunya, con máximas de entre 12 y 14ºC y mínimas de hasta 10ºC.
¿Lloverá en Sant Jordi?
Con las predicciones actuales, toda la semana podría cubrirse, en Catalunya, de cielos grises y chubascos moderados, con la casualidad maldita de que Sant Jordi podría ser el día más frío y más acusado de esta bajada de temperaturas generalizada que se acerca.
De hecho, las últimas previsiones anuncian chubascos débiles o lluvias moderadas durante toda la jornada de Sant Jordi 2024, que dejarán un acumulado unos 0,8mm, menos de los que dejará el lunes. Por lo tanto, clima menos severo pero aún con un tiempo inestable.
Las temperaturas oscilarán entre 8°C y 14°C, con una sensación térmica de unos 13°C y con vientos moderados en torno a los 19 km/h y ráfagas de hasta 29 km/h.
Esta tónica de inestabilidad se mantendrá toda la semana, con una mejora del clima el miércoles, pero un probable empeoramiento de las condiciones de nuevo el jueves. Ya se verá, pero lo que parece seguro es que el sant Jordi soleado que todo el mundo esperaba en Barcelona va a acabar por no producirse.