Después de ciertas polémicas y de que las presiones consistoriales llevasen a la marca (Dollhouse) al cierre del local en Les Corts hace un año, Dollhouse volverá a abrir su club de striptease.
Hoy mismo, 14 de febrero, ha abierto sus puertas Dollhouse en el número 17 de La Rambla. En el lugar donde antes hubo un bar de copas y aún antes un sex shop. En la antigua presencia del sex shop radica precisamente la clave de la existencia de Dollhouse: el local tenía licencia peep show (licencia para la tenencia de una barra con exhibición sexual) y la conserva. Dicho de otro modo, no se pudo abrir una discoteca, pero sí que se podrá abrir un club de striptease.
Dada la forma de operar de los dueños de Dollhouse (han buscado el vericueto legal que legitima su existencia), la alerta del Ayuntamiento es total y se van a cerciorar de que “no desarrollen ni un milímetro ninguna otra actividad no autorizada”, ha dicho Gala Pin, concejal de Ciutat Vella.
La presencia de este tipo de negocio (con aforo para 400 personas, de unos mil metros cuadrados y con un horario que va de 21:00 a 4:00), lógicamente, molesta, irrita, incomoda y hasta perturba a los vecinos. Por desgracia, poco se puede hacer porque como diría Rodrigo Rato: “Es el mercado, amigo”.