
Tenemos una catedral con tanta historia detrás que es imposible que hubiera escapado a las anécdotas durante todos estos siglos. Y vaya que no escapó, porque por las paredes de la Catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia ha pasado casi de todo. Estas son algunas de las anécdotas y curiosidades más inusuales:
1. Una de las cosas más curiosas de la Catedral la puedes encontrar en el claustro. Allí hay trece ocas blancas, y ni el número ni el animal ni el color es casual. Simbolizan el número de castigos que sufrió Santa Eulàlia al negarse a renunciar a la fe cristiana. Hace poco hablamos de ello y la historia se las trae.
2. En este mismo claustro se encuentra la Fuente de San Jorge, protagonista en el día del Corpus de l’ou com balla, una de las tradiciones más curiosas de nuestra ciudad. Y es que poner un huevo a bailar sobre el chorro de una fuente no está al alcance de cualquiera.
3. Son más de 250 gárgolas las que puedes encontrar en la parte alta de la Catedral. Descubrirás animales mitológicos de todos los tipos, esculpidos ahí con una doble función; drenar agua y ya de paso ahuyentar el mal. Aunque son demasiadas como para nombrarlas todas, destacan el elefante, el toro y el unicornio
4. Si te fijas bien en el triforio de la Catedral de Barcelona podrás ver una curiosa cabeza. Tranquilo, no es de verdad, no hemos llegado a este punto de macabro. Es una cabeza de turco de cartón que antes estaba colocada debajo del órgano y en el Día de los Santos Inocentes abría su boca dejando caer chucherías para los niños cuando el organista tocaba una nota grave. A partir de 1970 dejó de tener ese uso y se mudó a su ubicación actual.
5. Se dice que la Catedral de Barcelona ha acogido entre sus paredes varios exorcismos a lo largo de la historia. No en vano allí opera Juan José Gallego, uno de los pocos curas exorcistas que quedan en España.
6. Pese a ser una catedral medieval, su fachada no acabó de construirse realmente hasta el Siglo XX (sí, mucha prisa no llevaban, se ve que es una máxima en los edificios religiosos de la ciudad).
7. La Catedral tiene 21 campanas. Pero no son campanas cualesquiera, porque todas ellas llevan nombre de mujer. Es famosa la anécdota de 1714, cuando Felipe V secuestró y fundió a la campana Honorata por haber repicado para anunciar la revuelta popular. Luego volvió a colocarse otra campana en el mismo sitio con el mismo nombre.
8. Hay tres detalles muy curiosos en la Catedral de Barcelona y todos comparten algo en común, nadie sabe a ciencia cierta quién los hizo. Hablamos del caracol esculpido sobre una de las torres del campanario, del grabado de una ballesta en la pared y del relieve de un zapato. Del primero se sospecha de un posible constructor cornudo o una referencia a la plaga de caracoles que azotó Barcelona allá por el S. XVI. Del segundo se tienen también varias teorías, como las que apuntan a un obrero, algún soldado o un «maestro del vandalismo» de la época. Las explicaciones sobre el zapato parecen estar más encaminadas, y se apunta al gremio de zapateros como posible culpable, ya que estas obras solían estar financiadas por las asociaciones comerciales.
Y probablemente nos dejemos alguna que otra, ¿conoces más?