A la erupción del volcán de La Palma sigue una pregunta lógica: ¿qué otros volcanes tenemos cerca? En Catalunya, para tranquilidad del respetable, no hay ninguno activo, pero sirva la actualidad mediática de las Canarias, única zona de España con volcanes activos, para conocer un poco mejor un entorno privilegiado y volcánico como la Garrotxa.
Allí se encuentra El Croscat, último volcán en erupcionar en Catalunya, aunque ya ha llovido desde entonces. Aquello fue hace alrededor de 13.000 años. El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa cuenta con más de 40 conos volcánicos y cerca de 20 coladas que en su día dibujó la lava que el magma escupió a la superficie.
Fue un equipo conformado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Girona (UdG) y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) quienes confirmaron que la última erupción de este volcán estromboliano tuvo lugar hace unos 13.000 años. Dataciones de carbono 14 y restos de polen fosilizados permitieron estimar esta fecha.
Tanto el Croscat como el Santa Margarida, el otro volcán principal de la zona, se consideran inactivos y así han permanecido durante mucho tiempo. Sin embargo, la zona no se considera totalmente inactiva. Según declaraciones del vulcanólogo Joan Martí, director del centro de Geociencia del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), recogidas por el diario El Nacional, los volcanes de esta zona «volverán a entrar en erupción, pero lo más probable es que nosotros no lo veremos».
En caso de que ocurriera, existen diversas formas con las que la naturaleza avisa antes de la expulsión de magma. Los seísmos, las emisiones de gases, la deformación de la estructura o el aumento de las temperaturas en las aguas cercanas son algunas.