Finalmente hay fecha. En la madrugada del 2 al 3 de abril, a la hora a la que llegan los regalos, el túnel soterrado de la plaza de las Glòries que da acceso a la ciudad abrirá finalmente sus puertas. Después de seis años de retraso en las obras, los 35.000 coches diarios que acceden a la ciudad por este recorrido abandonarán la superficie de la plaza para circular por un túnel de acceso rápido que conectará la C-31 con el centro de la ciudad.
El soterramiento de esta vía liberará de tráfico el tramo de la Gran Via entre las calles Bilbao y Padilla, por donde solo podrán circular vecinos, autobuses y vehículos de servicios y emergencias. La inauguración de este túnel, en dirección Besós, completa el soterramiento completo de las vías circulatorias que empezó el pasado noviembre con la inauguración del túnel en dirección Llobregat del noviembre pasado. La eliminación total de la circulación en la superficie de la plaza permitirá, finalmente, completar el Parque de las Glòries, que se convertirá en uno de los núcleos verdes de la ciudad.
Cambios en la circulación
La apertura del túnel implicará cambios notables en la movilidad de la zona que el ayuntamiento quiere empezar a señalizar en los próximos días. Una vez se haya accedido a la ciudad por C-31 la principal vía de circulación en dirección Besós pasa a ser la calle Aragón. Para acceder a ella los vehículos particulares tendrán tres opciones. Tomar la salida 207 Bac de Roda/ Poblenou antes de llegar al túnel, o desviarse por la calle Padilla nada más salir del túnel, o por la calle Marina un poco más adelante. El desvío a la derecha por la calle Independencia, hasta ahora el más común, desaparecerá con el soterramiento.
Los vehículos de transporte público y los taxis dispondrán de una salida lateral de acceso a la Gran Vía de uso exclusivo a la altura de la Rambla del Poblenou. Además, los 250 autobuses podrán seguir después del túnel en línea recta por la Gran Vía y enlazar directamente con el centro de la ciudad por un solo carril.
Los dos túneles, el de acceso a Barcelona y el de salida, tienen instalado un radar de tramo para controlar que los vehículos no superen los 50km/h, y que empezarán a multar a partir de agosto.
Retrasos y trabajo por delante
El soterramiento definitivo del tráfico rodado en el Parque de las Glòries que supone la inauguración de este túnel es una de las picas de una de las obras más complejas de la ciudad. Las obras se encargaron por primera vez hace más de diez años, y los túneles tendrían que haberse abierto hace seis. Por el camino ha habido sospechas de corrupción, errores de cálculo en las obras o la rescisión del contrato de la UTE a cargo de las obras por parte del gobierno de Ada Colau por los retrasos y sobrecostes.
Una vez soterrado el tránsito, quedo camino por recorrer. Se tiene que finalizar el Parque de las Glòries y el paseo verde que se construirá en el espacio de la Gran Via entre la calle Independència y la Rambla del Poblenou liberado con el soterramiento. Además, se está trabajando en la conexión de las líneas de tranvía con una gran estación delante del Museo del Diseño y en la construcción de edificios de vivienda pública y el resto de equipamientos que también llevan años de retraso.