Queralt Lahoz podría definirse con su nombre. Si Queralt es catalán, Lahoz es español, lo propio en una persona nacida en una Santa Coloma de Gramanet que está oficialmente en Catalunya, pero que acoge en sus edificios a miles de familias como la de la cantante, andaluces venidos de Granada, que, como tantas, migraron al extrarradio de Barcelona hace unas décadas y lo poblaron de voces diversas.
Su apellido también puede hablar del origen obrero de su familia, que ella reivindica y que atraviesa las letras de sus canciones. Pero, finalmente, Lahoz también nos habla desde el nombre de una cantante que canta, habla y camina con el poder cortante con el que una hoz cae sobre la cebada.
Si la hoz es el símbolo de la muerte, la música de Queralt busca ser lo contrario, un cante que mezcla estilos que reclama que las penas se pueden cantar con alegría y que el orgullo del origen y de lo propio son solo escalones que te impulsen a lo más alto.
La cantante barcelonesa -santacolomenca- celebra ahora el concierto de fin de la gira Pureza en la sala Paral·lel 62, el 25 de marzo, y la entrevistamos para que nos cuente sobre ella y sobre la música que hace y está por hacer.
Empezaste en Santa Coloma de Gramenet con 15 años ¿Cómo era la Santa Coloma, dónde te empezaste y cómo es ahora?
¡Jolín! Pues yo actualmente no vivo en Santa Coloma, porque si no es imposible trabajar, uno al final pues se lía a ver a los colegas y es imposible. Pero sí que es cierto que ha cambiado mucho el movimiento, principalmente porque antes, siento como que recorríamos más, bueno ha cambiado mucho todo.
Nosotros antes para buscarnos los conciertos colgábamos carteles nosotros mismos en las calles. Ahora no pasa eso, ahora existen las redes sociales, o sea han pasado unos cuantos añitos. Y sí que siento como que la gente joven no buscaba tanto como poder explotar su talento, vía redes sociales, vía plataformas, sino más bien era como tocar en las calles, buscar las fórmulas.
Pero por suerte Santa Coloma se mantiene muy viva culturalmente. Somos una ciudad donde hay mucho movimiento alternativo. Los jóvenes tienen fórmulas como para encontrar lugares donde sacar su talento y donde hacer. Pero aún así creo que siempre falta más apoyo por parte de espacios que genere el Ayuntamiento y otros lugares.
Naciste en Santa Coloma de Gramanet, pero suenas andaluza cuándo hablas. ¿Por qué es?
Es una cosa que me preguntan siempre por mi acento. Yo sé que es muy raro. Mi familia es de Granada, entonces como mi familia es de Granada he crecido en casa con acentos todo el día.
Siempre como que pretendemos mucho neutralizar los acentos. Se ve en la televisión: Hay muy pocos acentos andaluces, canarios, gallegos…. Y creo que me ha pasado un poco también eso, que siempre he intentado disimular ese acento porque vivo en Barcelona.
Aún así siempre me sale ese acento que llevo dentro, que está en mi ADN y que escucha desde siempre en mi casa. Y cuando llego a mi casa pues sí, hablamos un poco andaluza, verdad.
Estudiaste criminología y lo dejaste en 4o de carrera. ¿Recuerdas el día que decidiste dejarlo por la música?
Sí, yo estudié criminología en un momento en el que me enfadé con la música. No me enfadé con la música, me enfadé con los músicos creo yo. También hace diez años o doce, no lo sé, cuando quizá ese o cuando quizás las plataformas no estaban tan al a alcance de la gente.
Tenías que hacer una música en concreto, tenías que tener una etiqueta y yo nunca fui una chica de etiquetas. Entonces no encajaba mucho en muchos lugares porque tenía algo que era como muy propio y me gustaba jugar con muchísimas músicas. Entonces creo como que no encontraba mi sitio y dije bueno pues tengo que encontrar como mi sello personal, tengo que hacerlo muy mío para cuando lo tenga ya hecho poder sacarlo y decir esta es mi historia.
Entonces hice criminología, estudié criminología y lo dejé en cuarto cuando empecé con un dúo que se llama De La Carmela y hacíamos boleros y canción de autor y recuerdo que… Mira lo que pasó fue que en el primer concierto yo ya vi que ganaba de 400 pavos…. Esto va a ser la verdad, no voy a mentir a Barcelona Secreta, no te miento.
Yo gané mi primer buen dinero. Luego seguí ganando menos etc, pero sí que es cierto que dije hostia tío, qué guapo, hemos hecho dos pases, hemos ganado esta pasta, hostia, yo puedo vivir de la música, yo emociono, yo hago cosas que a la gente les llega, yo no soy criminóloga, yo soy cantante.
Y entonces volví a la música, empecé a estudiar como una loca, me encerré ahí durante dos años con una profe particular y es la mejor decisión que he tomado en mi vida..
Uno de tus lemas es “Dios es mi abuela”. ¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en tu vida?
Yo reivindico siempre el papel de la mujer en mi vida, eso es verdad, pero porque yo he estado criada por mujeres en mi casa y en mi caso ha sido así, el papel de los hombres ha sido más ausente, sí que han estado mis hermanos, mis primos… pero para mí es lo más importante porque todos los valores que yo tengo así de base y quien soy, son gracias a las mujeres de mi vida, entonces sí que tengo un atrevimiento de decir que Dios es mi abuela.
Dices que para ti cantar es como pintar un cuadro. ¿Cómo lo explicas?
Sí que es cierto que cuando estoy componiendo veo colores, sí que me pasa mucho y sí que siento como que pinto cuadros, en plan, pues veo un paisaje o veo quizás texturas, veo como esas herramientas que me hacen seguir creando, entonces si la armonía o la melodía que estoy creando tiene todo más oscuros, voy hacia ellos para intentar darle más luz o más, ¿sabes?
Y sí que veo un poco como la música como un cuadro, como un cuadro que necesita ciertos elementos para poder estar completo.
Tienes muchos referentes en tu música que vienen de fuera de la música. ¿Cuáles son?
Sí, pues ahora tengo muchos amigos que son muy buenas poetas, y eso es la hostia. Yo antes iba mucho a los poetry slams de Barcelona. Y allí aprendí un montón también. Entonces sí que es cierto que hay mensajes que sí que salen, pues de Benedetti, por ejemplo, cosas así que sí que están presentes.
De hecho, en el próximo EP que va a salir, hay una canción en la que hay un guiño máximo a Benedetti, justamente. Cortázar… Sí que son como referencias muy próximas a la forma de escribir y de interpretar. Y también siento que cuando les leo, veo ese paisaje, ¿sabes?
Para mí es como muy importante, porque es como que una forma de materializar algo que nunca podrás tocar. Y es lo máximo para mí poder transportar esa cosa, ¿no? Hacer un guiño en la poesía, porque yo no soy poeta, yo escribo. Pero sí que me gusta leerlos y poder llevar esa magia a mi música.
Dices que la salsa y el flamenco coinciden en que en que cantan las penas con alegría. ¿Qué tipo de penas te gustaba cantar a ti?
Yo he vivido muchas cosas intensas en mi vida, eso es una realidad. Es cierto que yo he vivido una serie de acontecimientos en mi vida que no han sido fáciles. Entonces, a partir de ahí, tú necesitas también que la música que te acompañe te abrigue.
Y yo cuando escuchaba el flamenco, sentía que me acompañaban, que me acompañaba ese lamento y que podía llorar mis cosas, porque los niños chicos suelen ser un poco más Disney Channel, pues yo era flamenco. Yo era de otro mundo, era de otro mundo. Y me gustaba también llorar esas cosas y celebrarlas al mismo tiempo.
Y siento que el flamenco es la celebración del lamento. Y es precioso.
Y luego lo vi que en la salsa también estaba. Y cuando viajas fuera y viajas a países donde se canta, se baila, te das cuenta de que un poco tienen mucho también. que la pasan dura. pero que cantan con música alegre letras muy tristes. Y entonces noto que somos primos hermanos. Somos primos hermanos en la salsa y el flamenco.
¿Sobre qué momento difícil te gusta escribir o has escrito?
Yo creo que mi vida. Mi vida está en mis letras. Lo que pasa es que yo no soy una mujer de escribir cosas explícitas. Hay muchas cosas que tienen ahí un trasfondo que quizás nadie las entenderá y las hará suyas.
¿Qué canción tuya no te cansas de escuchar?
Yo no me escucho a mí misma porque sería muy egocéntrico. Por suerte canto y tengo un montón de conciertos y tengo la suerte de poder cantar muchísimo. Entonces, como ya las canto en el escenario, no necesito escucharme.
Pero sí que hay una canción que se llama «El tiroteo», que es de mis favoritas. Y es una reivindicación a todo ese poder que nos envuelve y a toda esa pobreza que vivimos básicamente. A cómo vivimos en un mundo de guerra y hacemos la vista gorda.
Y por ejemplo también «De la cueva a los olivos» creo que es un tema que no me canso de cantar. De la cueva a los olivos y El tiroteo creo que son mis dos favoritos, sin duda.
¿Hasta dónde quieres llegar?
Yo quiero llegar al alto cielo. Arriba, sin límites. Quiero llegar a todo lo que me brinde la vida. Pero hay que lucharlo. Yo la lucho Yo no soy esas personas que pienso que lo que sea lo que Dios quiera, lo que sea lo que yo trabaje.
Yo quiero viajar con mi música. Y que la gente lo pueda entender. Y hacerla más grande cada día. Y crecer musicalmente y personalmente. Eso es lo que quiero.
¿Qué estás grabando ahora mismo?
Estamos grabando un EP. Estamos a punto de acabarlo. Son cuatro temas que me están dando un trabajo que… Porque siempre quiero pasar una pantalla más y quiero hacer algo diferente y quiero también como redescubrirme.
Entonces es un EP conceptual. Así como «Pureza» quizás, fue más una historia, esto es conceptual. Saldrá para primavera. Pero chiquillo, qué temazos, de verdad. Estoy súper contenta.
Ya para acabar. ¿Qué le dirías a la Queralt de 15 años? ¿Y a la de 40?
A la Queralt de 15 años le diría. Que siga ese camino. Que no escuche a los que dicen. Que es algo extraño. Porque ser extraño es bien. Y ser una misma es mejor todavía. Entonces le diría que no hay fallo. Que no dude en ella misma.
Y a la de 40 le diría que siga. Que siga, que siga. Que no podemos tener complejos. Por nada. Que venimos a ganar. Que nos olvide de las frases que escribimos con 20. Que venimos a ganar y no a intentarlo.