
Las especies invasoras son aquellas especies alóctonas (propias de otras regiones) que son introducidas en ecosistemas a los que no pertenecen por abandono o descuidado y que al adaptarse al nuevo entorno lo colonizan. Es lo que ha ocurrido en el pantano de Vallvidrera del Parc Natural de Collserola con dos especies de pez en concreto: el paramisgurnus dabryanus y el carassius.
El «Paramingurnus» el pez más invasor del Pantano de Vallvidrera

El “Paramisgurnus” es de origen chino y en Europa sólo se ha notificado su presencia en dos puntos: en un pantano de Alemania y en Collserola, en el pantano de Vallvidrera. No es el único pez que ha ocupado un espacio en Vallvidrera, pero sí de los más persistentes. Lo que lo hace tan resistente es la capacidad de sobrevivir escondido en el barro.
Por eso, el año pasado se hizo el primer intento de eliminación de esta especie vaciando el pantano para dejar secar el lodo donde se escondía, y en el espacio donde quedó agua se practicó la pesca eléctrica.
Estas medidas no fueron suficientes, ya que con las lluvias el pantano recuperó su estado natural y se volvieron a dectectar ejemplares del Paramingurnus. Debido a esto, para el verano de 2023, el Parc Natural de Collserola propone utilizar un biocida, un químico que ahuyentará a esta especie en concreto y que no será dañino para el resto de especies de anfibios.
Antes de realizar el tratamiento contra el “Paramisgurnus”, se realizarán una captura con pesca eléctrica para retirar tortugas y otras especies. Ahora bien, desde el parque aseguran que no hay especies autóctonas de peces en el pantano de Vallvidrera, ya que todos los peces que pueda haber en el pantano son introducidos. Esto es lo que ha ocurrido con el «carassius», con el que desde 2018 se ha observado una proliferación de la especie debido a un vertido ilegal.
El «Carassius»: la especie doméstica que arrasa con la vida del pantano del Parc Natural de Collserola

En 2018, se detectó una presencia de un número muy elevado de «carassius» o carpines dorados en el Pantano de Vallvidrera. En esa ocasión, se constató que el hecho se correspondía con un vertido ilegal de más de un millar de peces, que muy probablemente procedían de una balsa.
Desde los servicios técnicos, y después de valorar el fuerte impacto de este vertido sobre el ecosistema, se ha inició una actuación de retirada y recuperación del pantano que se mantiene hasta el día de hoy para la captación de otras especies como el «paramingurnus».
Iniciada en 1999, la recuperación del pantano de Vallvidrera tenía un doble objetivo, por un lado, recuperar el patrimonio construido, y por otro, la consolidación de un espacio húmedo, escasos en la sierra, por potenciar las especies de anfibios, un grupo faunístico amenazado a nivel mundial.
El embalse ha ido sufriendo desde entonces una serie de liberaciones de especies invasoras, fruto del abandono de peces de acuariofilia y animales como las tortugas de Florida u otras especies comercializadas.