La gran fiesta de Barcelona lo tiene todo. Cultura popular, conciertos, fuegos artificiales y deporte. Lo que no tenía hasta ahora era su propio postre. De ello se ha encargado el Gremi de Pastisseria de Barcelona, que lanzó hace un par de años una propuesta a los 300 establecimientos que lo conforman en honor a Les Festes de La Mercè.
Al igual que las fiestas que representa, el postre de La Mercè es una oda a lo local. Unos pasteles elaborados exclusivamente con productos de proximidad que logran encarnar el más puro sabor mediterráneo. El resultado es un pastel que combina crema de almendras, un cremoso de miel, almendras laminadas e higos frescos sobre una base de masa sablé.
La gracia del postre es que es de temporada, por lo que solo podrá encontrarse por una temporada limitada, por los productos que usa. Un centenar de pastelerías de la ciudad ya se han sumado a la iniciativa de prepararlo y venderlo. Para saber quién lo cocina sólo hay que dirigirse a la web de les Postres de La Mercè,
El origen del postre de La Mercè
A diferencia de la mayoría de dulces populares, no hay que echar la vista muy atrás para encontrar el origen de esta combinación ganadora. A pesar de aspirar a convertirse en un postre tradicional de Barcelona, los pasteles de La Mercè surgieron de la casualidad y de, curiosamente, un extranjero, el puertorriqueño Antonio Bachour, considerado uno de los pasteleros más influyentes del mundo.
Fue durante La Mercè 2021 cuando el chef pastelero le hizo este regalo a la Ciudad Condal. Tras ser invitado a una cena por Jordi Vilà, chef de Alkimia i Alkostat, se sorprendió de que Barcelona no tuviera un postre típico de su fiesta mayor y decidió entonces hacer su magia. Inspirado por los productos de temporada, dio vida al que ya ha sido bautizado como el postre de La Mercè.