Pocas exposiciones pueden decir que han popularizado un género periodístico. El fotoperiodismo, un mundo habitualmente limitado a los círculos de consumidores de periodismo y noticias, se convierte en un arte masivo y popular con la llegada anual del World Press Photo, la exposición de fotoperiodismo más conocida de Barcelona y una de las más importantes del año.
Este año, las comunidades indígenas, las culturas tradicionales y las cuestiones identitarias son las temáticas principales, en una edición que ha ampliado el alcance de su mirada global, junto a otros grandes temas reincidentes como la crisis medioambiental, los conflictos bélicos y las protestas ciudadanas.
La decimoctava edición de la exposición se podrá visitar del 4 de noviembre al 11 de diciembre en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), ampliando así una semana el periodo para poder ver la muestra.
Las mejores fotos del concurso
Los número de este certamen dan una idea de su magnitud. El World Press Photo 2022 ha contado con la participación de 4.066 fotógrafos de 130 países y 64.823 imágenes. El concurso cuenta con 24 ganadores regionales y 4 globales (elegidos entre los ganadores regionales).
Los 24 fotógrafos premiados provienen de 23 países: Alemania, Argentina, Australia, Bangladesh, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Egipto, Francia, Grecia, India, Indonesia, Japón, Madagascar, México, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Palestina, Rusia, Sudán y Tailandia.
De todos estos, se han escogido 4 grandes ganadores globales, en las categorías «World Press Photo del Año», ‘Reportaje Gráfico del Año’, ‘Proyecto a Largo Plazo’ y el premio al ‘Formato Abierto’. Aunque podéis ver las foto en este artículo, en la exposición se muestran en gran formato, la forma más adecuada para disfrutarlas. Así que os recomendamos que, una vez hayáis leído estas líneas, corráis al CCCB para disfrutar de la expo completa.
Premio «World Press Photo del Año». Escuela Residencial de Kamloops, de Amber Bracken para The New York Times
La foto ganadora de esta edición del concurso muestra unos vestidos rojos colgados de unas cruces a lo largo de la carretera que rinden homenaje a los niños que murieron en la Escuela Residencial indígena de Kamloops.
Las escuelas residenciales fueron una institución constituida para forzar asimilación cultural de los pequeños, y los homenajes de la foto se crearon tras haberse hallado 215 tumbas sin señales en Columbia Británica, Canadá el 19 de junio de 2021.
Premio «Reportaje Gráfico del año». Salvar los bosques con el fuego, Matthew Abbott, Australia, para National Geographic/Panos Pictures
Este proyecto retrata la práctica milenaria de la «quema fría», un método con el que los indígenas australianos queman la tierra de forma estratégica, en la que el fuego se desplaza con lentitud, solo arde la maleza y se elimina la acumulación de combustible que alimenta las llamas más grandes.
Los nawarddeken de la región de West Arnhem, en el Territorio del Norte, Australia, han practicado las «quemas frías» controladas durante decenas de miles de años y consideran el fuego como una herramienta para administrar su tierra natal, de más de 13 900 km2 de extensión.
Premio al «Proyecto a Largo Plazo». Distopía amazónica, Lalo de Almeida, Brasil, para Folha de São Paulo/Panos Pictures
El trabajo de Lalo de Almeida revela la gran amenaza bajo la que vive la selva amazónica. La deforestación, la minería, el desarrollo de las infraestructuras y la explotación de los recursos naturales se están acelerando especialmente a raíz de las políticas medioambientales regresivas del presidente Jair Bolsonaro.
Desde 2019, la devastación de la Amazonía brasileña ha alcanzado su ritmo más rápido en una década. Explotar esta región no solo tiene efectos devastadores sobre el ecosistema amazónico, la selva tropical cumple varias funciones ambientales que son claves tanto a nivel regional como mundial, incluyendo ayudar a regular el clima local y global.
Premio al Formato Abierto. La sangre es una semilla» de Isadora Romero, Ecuador
A través de relatos personales, «La sangre es una semilla» cuestiona la desaparición de las semillas, la migración forzada, la colonización y la consiguiente pérdida de conocimientos ancestrales. El video está compuesto por fotografías digitales y de película, algunas de las cuales fueron tomadas en película de 35 mm caducada y luego dibujadas por el padre de Romero.
En un viaje a su pueblo ancestral de Une, Cundinamarca, Colombia, Romero explora recuerdos olvidados de la tierra y los cultivos y aprende sobre su abuelo y bisabuela, quienes eran ‘guardianes de semillas’ y cultivaban varias variedades de papa, de las cuales solo dos siguen existiendo.