Estamos a pleno verano, pero se viene el invierno en la terminal de Ryanair del aeropuerto del Prat. Si ya es habitual sentir estrés cuando se acerca la hora de viajar con Ryanair, los próximos meses pueden convertirse en un verdadero viacrucis de incertidumbre no apto para cobardes.
Los tripulantes de cabina de la compañía irlandesa han vuelto a convocar una huelga para protestar contra la suspensión de las negociaciones con ambos sindicatos por el primer convenio de la compañía y también para reclamar que se aplique a la plantilla la legislación española. También reclaman la readmisión inmediata de los 11 trabajadores despedidos para ejercer su derecho constitucional a huelga y que se retiren el centenar de expedientes sancionadores a empleados con motivo de los paros.
La huelga empezará hoy y, si nadie lo remedia, durará 5 meses, hasta el 7 de enero. Los paros serán de 24 horas y se realizarán de lunes a jueves. Para afrontar esta extensa convocatoria de huelga, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha fijado unos servicios mínimos de entre el 34% y el 81% en el aeropuerto de El Prat, pero que alcanzan el 85% en otros aeródromos .
La nueva convocatoria de huelga en Ryanair llega después de 18 jornadas de movilización entre junio y julio, en protesta por la suspensión de las negociaciones con ambos sindicatos por el primer convenio de la compañía y también para reclamar que se aplique a la plantilla la legislación española. Las dos primeras convocatorias de huelga provocaron la cancelación de 319 vuelos de Ryanair y más de 1.000 retrasos en las 10 bases que la compañía irlandesa tiene en el Estado, con especial incidencia en el aeropuerto de El Prat. Por su parte, desde Ryanair han recordado que menos del 1 por ciento de los 3.000 vuelos diarios que opera en toda Europa se han visto perjudicados por la huelga.