Los jardines de Canals-Junyer, ubicados en el distrito de Gràcia, ya están abiertos al público. Este nuevo espacio verde de casi 1.800 m² en el barrio de Vallcarca alberga un antiguo palacete de principios del siglo XX, que fue el consulado de Dinamarca hasta finales del siglo pasado.
La Diputación, propietaria del edificio, lo ha cedido al Ayuntamiento de Barcelona, que ha renovado los jardines para crear un punto de encuentro comunitario. Los jardines ahora cuentan con un quiosco que ofrecerá servicio de cafetería y se organizarán actividades sociales y culturales en el palacete, que ha sido vaciado y renovado internamente.
El estudio encargado de la renovación ha sido Carles Enrich Studio, y el proyecto se puede consultar aquí.
Las obras, que han durado 10 meses, han supuesto una inversión de 990.000 euros. Las labores de renovación han respetado el carácter original del jardín, conservando una gran superficie permeable y destacando elementos históricos como merlones, arcos y cipreses. Se ha añadido pavimento accesible y se ha creado un amplio mirador y zonas de descanso a la sombra.
El espacio, que antes solo era accesible desde el viaducto de Vallcarca, ahora cuenta con un nuevo acceso desde la calle Gustavo Bécquer, facilitando la conexión entre estas dos áreas del barrio. Este acceso incluye una escalera de 2,4 metros de ancho y 13 metros de longitud, mientras que el acceso desde el viaducto se realiza a través de una rampa accesible.
El diseño de los jardines incluye un sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS), que permite la infiltración del agua de lluvia para recargar las reservas de agua freática, en lugar de dirigirla al alcantarillado. La mayoría de los árboles existentes se han conservado y se ha construido una pérgola en el lado noreste del edificio para ubicar el quiosco y su terraza.
El pavimento principal de los jardines es de sauló estabilizado, manteniendo un carácter natural y cumpliendo con los requisitos de accesibilidad. En las zonas no transitables se ha utilizado grava y materiales reciclados.
El interior del palacete ha sido objeto de una restauración previa, eliminando elementos no originales y recuperando la cubierta, uno de los elementos patrimoniales más singulares. En fases anteriores, se retiró una edificación anexa y se reforzó la estructura con perfiles metálicos.
El espacio interior se ha transformado en un área diáfana de 12 metros de altura, con un pavimento hidráulico en la planta baja que muestra las intervenciones pasadas, creando un espacio público cubierto vinculado al jardín para usos vecinales, sociales y culturales.