Una cosa que solemos oír los barceloneses es que no tenemos suficientes zonas verdes. Y, aunque si bien es cierto que no podemos comparar el Parc de la Ciutadella con el Retiro, no es justo decir que no tenemos jardines de ensueño.
Por eso, hemos seleccionado algunos de los jardines más mágicos de la ciudad para que puedas ir a pasear, refugiarte del calor y disfrutar de un pequeño oasis de naturaleza dentro de la ciudad.
¿Los conocéis todos?
Tabla de contenidos
Jardins de la Tamarita
No lo incluimos en nuestro ranking de los lugares más románticos de Barcelona para tener una cita por capricho, es que parecen sacados de una peli Disney de princesas y dragones.
Estos jardines de Sarrià-Sant Gervasi fueron en su momento un jardín privado y para aislarlo del exterior se construyó un muro de piedra y hierro que le da un toque todavía más mágico al recinto. Dentro de él encontraremos estanques con surtidores, figuras de terracota y fuentes de mármol y cerámica. Ideal para pasar una tarde de ensueño.
📍Pg. de Sant Gervasi, 47
Jardins Joan Maragall
Cuando paseas por estos jardines de Montjuïc tienes la sensación de estar caminando por un lugar majestuoso, como si hubieras subido a una máquina del tiempo y fueses, de repente, un noble rey del siglo XIX. Esto tiene una explicación, y es que los Jardins de Joan Maragall fueron construidos por el rey Alfonso XIII con motivo de la Exposición Universal de 1929. Rodean el Palauet Albèniz, donde se aloja la Familia Real cuando visita Barcelona.
📍 Av. de l’Estadi, 69
Jardins de Laribal
También en Montjuïc y también se construyeron por la misma razón que los anteriores, la Exposición Universal de Barcelona de 1929. Se lo reconoce por los jardines de cipreses o estatuas como La joven de la trenza o Estival.
Se trata de la primera rosaleda pública que se construyó en Barcelona y tiene una fuente cuya agua baja por una cascada que parece sacada de un cuento de hadas.
📍 Pg. de Santa Madrona, 2
Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer
Ubicados entre el funicular de Montjuïc y los Jardins de Joan Brossa, son considerados uno de los jardines más bonitos de Barcelona. Están dedicados al poeta catalán Jacint Verdaguer, que compuso estos versos tan tristes: «Amb cent corones de flors te’n veig anar d’esta vida: tu te’n vas amb cent, de flors: jo quedo amb una, i d’espines».
En ellos no solo podremos disfrutar de un pequeño oasis de paz y naturaleza en medio de la ciudad, sino que podremos ver el mar y una vista panorámica de Barcelona única.
📍 Avinguda Miramar, 30
Jardins de Joan Brossa
Los Jardins de Joan Brossa se inauguraron en 2003 sobre gran parte de los terrenos del antiguo parque de atracciones de Montjuïc. Una vegetación frondosa y mediterránea cubre el recinto, proporcionándonos zonas de sombra ideales para descansar y que nos toque el aire en estos días de tanto calor.
Los jardines están repletos de esculturas, cosa que los convierte en la excusa perfecta para mezclar una visita artística y cultural con un plan de ocio y relax. Además, aunque estrictamente no formen parte de los jardines, encima suyo hay un pequeño quiosco con terraza desde nos podemos sentar a tomar algo refrescante.
📍 Plaça de Dante, 9
Pabellones de la Finca Güell
Esta serie de edificaciones ajardinadas son una de las obras menos conocidas de Gaudí pero no por ello menos impresionantes. Si Daenerys Targaryen viviera en Barcelona, lo haría aquí ya que los dragones que custodian las puertas dan bastante miedo. Estos seres mitológicos se encargan de custodiar el jardín de las Hespérides, el jardín con las manzanas de oro que convertían a aquél que las comiera en inmortal.
Sólo se puede visitar durante el fin de semana y la visita vale totalmente la pena, ya que el jardín está lleno de esculturas que hacen referencia a la mitología clásica. La mezcla entre la arquitectura modernista de Gaudí y las referencias a la Antigua Grecia lo convierten en un lugar mágico alejado del centro de la ciudad y de la masificación. Es ideal para ir a pasar la tarde a leer esa gran obra de la literatura universal que llevas tiempo posponiendo.
📍 Avda. de Pedralbes, 7
Jardín Botánico Histórico de Barcelona
No podíamos concluir esta lista sin hablar de ellos, pues alberga una inmensa variedad de vegetación de la zona mediterránea, pirenaica y de otras zonas más exóticas.
Su ubicación es ideal para que se desarrollen algunas especies eurosiberianas, por ejemplo, ya que al encontrarse detrás del MNAC está situado en una zona de sombra que suele estar a cuatro grados menos de la temperatura general de Montjuïc. Sin duda unos jardines que todo barcelonés tiene que visitar alguna vez en su vida, sobre todo por la gran cantidad de especies de plantas que no se encuentran en otros lugares de la ciudad.
📍 Av. dels Montanyans, 26
La Selva del Guinardó
En pleno barrio del Guinardó encontramos un jardín ocupado comunitario que, escondido entre unos muros de Horta-Guinardó, se nos presenta como una especie de oasis urbano. Al adentrarse en el recinto uno se topa con una arboleda acompañada de huertos urbanos y rincones para sentarse y descansar.
Este espacio podría ser catalogado como uno de los famosos «refugios climáticos» de los que tanto se habla al entrar el verano, ya que la temperatura en su interior baja considerablemente. Esto, junto con el jaleo de los niños jugando y las actividades vecinales que se organizan los fines de semana, hace de La Selva un jardín que, sin duda, merece la pena conocer.