¿Te ha pasado alguna vez que después de repetir mucho una palabra deja de tener sentido? ¿O que de golpe un sitio que frecuentas normalmente se vuelve extraño? La programación de Katharsis en el Teatre Lliure busca reflexionar justamente sobre esta cuestión, sobre la normalidad y complejidad de los espacios cotidianos a través de seis obras que podremos ver hasta el 29 de enero.
Pero no te asustes, aunque es cierto que una de las obras dura cinco horas (se podrá ir entrando y saliendo), Georgina Oliva, directora de programación del Lliure, asegura que el ciclo no está pensado para un público concreto, sino para toda la ciudadanía. Eso sí, nos pide que nos quitemos de encima los prejuicios que tengamos sobre qué es el teatro para poder disfrutar de la cuarta edición de Katharsis.
Las seis piezas que se han programado para esta edición pasan en lugares comunes, como una farmacia, una plaza o una cena.
No obstante, por una razón u otra razón, estos espacios se alteran a través de reflexiones y experiencias para cuestionarnos la naturalidad con la que los vivimos.
En Katharsis no encontraremos nada a lo que estamos acostumbrados. Pasaremos de ser observadores pasivos viendo un espectáculo a salir de las fronteras de las salas de teatro, ya que algunas de las obras tendrán lugar fuera de estas paredes. Hapiness de Dries Verhoeven, por ejemplo, se instalará en la plaza Margarida Xirgu para cuestionarnos el concepto de felicidad que tenemos como sociedad y como este está atravesado por el consumo de drogas.
Además, en una era completamente digital dónde estamos acostumbrados a dejarnos sorprender por performances tecnológicas, Tête-à-tête nos permitirá sumergirnos en una experiencia humana pensada para un solo espectador por función que nos hará cuestionarnos el concepto de identidad.
Así que si buscas vivir el teatro de una manera distinta, aquí podrás consultar toda la programación del ciclo.