Puede que aún no lo sepas, pero cuando acabes este artículo no se te olvidará esta información nunca: antiguamente existía una isla debajo de Barcelona, la isla de Maians. ¿Qué pasó con esta, nuestra pequeña Atlántida? El paso del tiempo, el avance de la playa y las obras del puerto se encargaron de borrarla del mapa.
Lo cierto es que la isla no era gran cosa. Es más, Maians fue un islote formado por arena arrastrada por las corrientes. Se dice que se llamaba así porque un comerciante con ese apellido usaba la zona para atracar sus barcos cuando venía a la ciudad a vender sus mercancías.
Aunque el islote no tuviera nada importante más allá de la mera curiosidad histórica, sí que fue muy relevante para la formación del puerto de Barcelona.
Por aquel entonces, el avance de la línea de playa se había cargado las zonas naturales donde atracaban los barcos, y los comerciantes necesitaban a toda costa un puerto para que el negocio fluyera. Fue en esas cuando se fichó a uno de los mejores ingenieros de la época y un auténtico prodigio en la construcción de puertos, el genovés Stassi de Alejandría.
El aclamado especialista diseñó un espigón para unir el islote a tierra y se empezó a originar la idea de la península que hoy en día es el barrio de La Barceloneta. Todo un barrio de pescadores asentado sobre la isla que usaba un solo comerciante. Cómo cambian las cosas.
Fuente: ireneu.blogspot.com.es / La Vanguardia
Foto de portada: barcelona-home.com