Primero fue el proyecto piloto de la Sala Apolo, que sus responsables consideraron todo un éxito y que no produjo ningún contagio. Después, el pasado sábado, un concierto multitudinario que reunió en el Palau Sant Jordi a 5.000 personas sin distancias de seguridad. Y ahora parece que le llega el turno al ocio nocturno de la ciudad.
La patronal de discotecas y restaurantes catalana Fecasarm ha anunciado que también está trabajando en un proyecto piloto similar a los dos ya citados, de manera que sus asociados puedan retomar su actividad.
Joaquim Bordas, presidente de la patronal, declaraba ayer que “las pruebas piloto llevadas a cabo en la Sala Apolo y el Sant Jordi demuestran que el ocio nocturno con medidas de seguridad es completamente seguro”, por lo que ya han traslado al secretario de Salud Pública su voluntad de hacer una prueba piloto en cinco restaurantes y cinco discotecas de Barcelona. El ensayo sería similar a los ya mencionados, es decir, se sometería a los asistentes a un test de antígeno o prueba PCR unas horas o días antes del evento.