No es el barrio más de moda, tampoco el más turístico ni el más instagrameable, apenas sale en la prensa ni en las recomendaciones turísticas y, aun así, l’Esquerra de l’Eixample fue elegido a principios de año por el equipo de la revista Time Out como el mejor barrio del mundo del 2020.
Los grandes cambios de este año tan convulso han cambiado también los a priori, premiando un barrio y no una idea ni un producto diseñado para parecerse al resto. Es por ello que este barrio de Barcelona ha sido elegido en «los 40 barrios más cool del mundo» como merecedor del primer puesto.
¿Y en función de qué? Uno de los principales motivos han sido los vínculos vecinales que sus calles mostraron cuando la crisis del coronavirus golpeaba con más dureza. «Un barrio con interiores de manzana que sirvieron de apoyo emocional cuando las circunstancias eran más adversas, que ha sabido crear redes de solidaridad entre vecinos y que se llenaba de vida mientras el centro se vaciaba de visitantes. Un barrio donde puedes encontrar casi de todo a 15 minutos de casa», escribe Time Out.
Iniciativas como las Hidrogel Sessions, que animaron el confinamiento con música, disfraces y bailes desde los balcones; la Xarxa de Suport Mutu en ayuda de los más vulnerables; o la Ada Parellada, la cocina del restaurante Semproniana al servicio de los sanitarios, son algunas de las destacadas por el equipo de Time Out a nivel global.
Y resumen que tan solo es un pequeño retrato de «un vecindario auténtico y alejado del turismo, que fue pionero en albergar negocios LGBTI+ –el Gayxample–, y que está lleno de rincones por descubrir, como el pulmón creativo de la Fàbrica Lehmann, el huerto urbano de l’Espai Germanetes, el Mercat del Ninot, el Parc Joan Miró, la Casa Golferichs, el edificio histórico de la Universitat de Barcelona y sus jardines, la calle de Enric Granados, el nuevo proyecto de La Model y tantos otros espacios que lo hacen mucho más rico y variado de lo que puede parecer a simple vista.»
El modelo seguido para elegir las ciudades más destacadas del ránking consiste en un sistema de encuestas que contestan los propios residentes de las ciudades, y que en esta edición ha contado con la participación de 38.000 personas. Luego serán los componentes del equipo del medio los responsables de cribar el resultado final con el objetivo de buscar «lugares que representan el alma de la ciudad».
Por detrás del barrio barcelonés en el ránking estaban, por orden, el Downtown de Los Ángeles, el Sham Shui Po de Hong Kong, Bedford-Stuyvesant en Nueva York, Yarraville en Melbourne, Wedding en Berlín, Shaanxi Bei Lu/Kangding Lu en Shanghái, Dennistoun en Glasgow, Haut-Marais en París, y Marrickville en Sydney.