Leer en el tren, aquella costumbre que se pierde. Ya hace tiempo que la imagen (fetiche para muchos), de una persona sosteniendo un libro mientras aguanta los vaivenes del vagón ha sido sustituida por un montón de cabezas gachas mirando la pantalla del móvil. Y aunque una imagen no tiene por qué ser mejor que otra, el Sant Jordi que se acerca es el día de los libros, y por eso los Ferrocarrils de la Generalitat quieren impulsar su lectura escondiendo 500 libros en todas sus estaciones los días 22 y 23 de abril.
La idea busca fomentar la lectura mediante una acción gigante de bookcrossing, o sea, de intercambio de libros. La idea es que todo aquel que encuentre un libro podrá cogerlo y leerlo, pero con la condición de que, cuando lo acabe, lo vuelva a dejar en su sitio para que otra persona lo pueda leer también.
Las estaciones donde los libros estarán «escondidos» son las estaciones de la línea Barcelona-Vallès, concretamente las paradas de Pl. Cataluña y Sarrià) y la parada de Pl. España de la línea Llobregat-Anoia. Los libros también se encontrarán en otras estaciones de toda Cataluña, como las paradas de Sant Cugat, Universidad Autónoma, Sabadell Pl. Mayor, Terrassa Rambla, L´Hospitalet Av. Carrilet, Sant Boi, Martorell Enlace, Igualada, Manresa Alta y Balaguer.
Este bookcrossing gigante es solo una de las actividades que FGC ha programado para celebrar Sant Jordi y fomentar la lectura entre sus viajeros. Por ello, la entidad bautizará tres de sus trenes (sí, los trenes de FGC tienen nombre de personajes de la cultura catalana) con los nombres de tres letraheridos. Dos llevarán el nombre de Joan Fuster y Gabriel Ferrater, conmemorando así el centenario de su nacimiento. El tercero se bautizará con el nombre de Aina Moll, filóloga catalana que da nombre al pryecto AINA de la Generalitat de Catalunya, basado en tecnología de datos e inteligencia artificial para hacer posible que las máquinas entiendan y hablen el catalán y garantizar así la supervivencia de la lengua en el ámbito digital.