
Empezó por la pandemia, pero el tiempo ha demostrado que ha sido una de las grandes ideas que han tenido las bibliotecas, que aplican aquello de si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahona para llevar los libros de sus estanterías a los salones de las casas de quienes no pueden acercarse a las bibliotecas.
Son los servicios de la Literatura a domicili o de la lectura a cau d’orella, y tienen varias variantes. Ofrecen voluntarios que van a las casas de personas mayores a leer en voz alta, lecturas de libros por teléfono o mensajeros que acercan los libros de las bibliotecas a las casas para personas con movilidad reducida.
No son los únicos servicios, los usuarios también pueden ir a la misma biblioteca a recibir ayuda de lectura o incluso hay profesores voluntarios jubilados que ofrecen clases de repaso gratuitas a domicilio a menores que lo necesiten.
¿Cómo acceder (o ser voluntario) de literatura a domicili?
Su funcionamiento es muy sencillo: cada biblioteca tiene una bolsa de voluntarios y ofrece su propio catálogo de servicios (algunas tienen literatura a cau d’orella, otras solo mensajeros…) a sus usuarios. Para acceder a ellos los usuarios solo han de preguntar en su biblioteca de barri de referencia.
Por otra parte, si se quiere ser voluntario de alguna de estas iniciativas, lo mismo: solo hay que ir a tu biblioteca de confianza y pedir el formulario para inscribirse.