A la luz de los hechos (nunca mejor dicho) está claro que ha sido un evento espectacular.
Si es cierto aquello de que quien avisa no es traidor, nosotros podremos ser catalogados con muchos adjetivos y traidor no será uno de ellos. Ya desde hace dos semanas veníamos avisando de que llegaba a Barcelona uno de los eventos más espectaculares (así, en general, sin un complemento circunstancial más). Hablamos, claro, del Llum BCN.
Decíamos que es el evento que ha llenado Barcelona de luz y que convertía a Poblenou en una suerte de museo lumínico: una cincuentena de espacios ha recibido durante tres noches el reflejo de técnicas como la iluminación dinámica o las proyecciones a gran escala.