Todos sabemos que la Sagrada Familia cuesta un ojo de la cara, que las obras nos parecen eternas y que desde luego lo mejor de nuestro monumento más famoso es la fachada que se construyó cuando Gaudí aún estaba vivo.
No hace falta ser Einstein para darse cuenta de que no es perfecta (aunque la queremos igualmente), pero a veces los que van a verla encuentran mucho más de lo que despotricar.
Estas son las opiniones más tajantes (y rocambolescas) que podemos encontrar por Internet. Para gustos, colores.
…♪♫ Vivaaaaaaa Las Veegas ♫♪…
No podemos evitar imaginarnos a Gaudí de pequeño, diseñando su catedral con un collage manual de recortes de revistas como los que hacíamos nosotros para el colegio.
Si tan solo la llevara una inmobiliaria…
Como la de Campillo de Altamar de Villarriba de toda la vida, vamos.
La Sagrada Familia es como un pokémon. La ves solo por tenerlas todas en tu colección. Como esa estampita que de pequeño no querías pero que necesitabas para tener el álbum entero.
Cuando la realidad supera a la ficción…
No se puede negar lo evidente.
«¡Maldita sea! ¿Cómo se les ocurre hacer un monumento EN PLENA CIUDAD?»
«La última vez. Pero ahora de verdad. De verdad de la buena. ¿Eh?»
… Gaudí, ese genio del mal …
Foto de portada: SBA73 (Wikimedia Commons)