Una losa literal y figurada. La plataforma de cemento que domina la Ronda de Sant Antoni desde el 2018 ha pasado de ser una solución temporal a ser un problema enquistado. La losa de cemento que soportó el mercado provisional de Sant Antoni durante sus ocho años de rehabilitación se convirtió, cuando el mercado volvió a su lugar, en un espacio a medias.
Sin coches, pero con actividades que provocan incomodidad entre algunos vecinos, la Ronda Sant Antoni no acaba de funcionar. Con la calle pacificada y libre de tránsito, el ayuntamiento realizó intervenciones mínimas de urbanismo táctico (juegos dibujados en el suelo, maceteras con árboles provisionales) esperando dinamizar la zona. No obstante, estas medidas no han funcionado, los vecinos denuncian que en la zona es frecuente la pequeña delincuencia y algunos mercadillos ilegales y las quejas han sido constantes. Por ello, el Ayuntamiento se ha visto forzado a cambiar su estrategia para la zona y ha propuesto, finalmente, un plan para hacer desaparecer la losa y cambiar la dinámica del espacio.
Ahora, la propuesta finalmente está cerrada, y el consistorio ha anunciado que las obras para remodelar el espacio empezarán la semana que viene, poniendo fin a muchos años de incertidumbre en este espacio central de la ciudad.
Una ronda sin losa y sin coches
El anteproyecto definitivo para la urbanización de la losa de Sant Antoni ya se ha preentado, y es una solución salomónica que pretende contentar a los vecinos y satisfacer las expectativas del Ayuntamiento. Un tramo, el que va desde la calle Villarroel a Floridablanca con Casanova. Otro tramo, el que va de Villarroel a Urgell, acogerá una zona de carda y descarga y un carril exclusivamente de bajada para el autobús. Ambos incluirán un nuevo carril bici.
La intención de esa solución salomónica es contentar, por un lado, a los vecinos que piden mantener el espacio peatonal, y por otro, a los que piden permitir algo de circulación vial para atajar las quejas por incivismo que se acumulan en la zona.
Además, se ha anunciado más verde, más espacios de juego, zonas de estancia, una plaza en la confluencia de Floridablanca con Casanova y la puesta al día de la plaza del Pes de la Palla. La intención es seguir el modelo «Superilla», ya que la intención del Ayuntamiento es que los espacios pacificados se mantengan de forma permanente en la ciudad.