Habida cuenta de que no es posible viajar al futuro y habida cuenta también de que las reconstrucciones virtuales no satisfacen las inquietudes culturales de los más impacientes, te diremos que existe otra Sagrada Familia. No, no una Sagrada Familia a escala 1:40 -que seguro que también-. Ni tampoco un templo de estética similar y mismas dimensiones en otro continente. No, existe otra Sagrada Familia a escasos minutos de coche de Barcelona.
Huelga decir que aparte de ser conocida por su aka (also known as), tiene nombre: es el Santuari de la mare de Deu de Montserrat. Y está en Monferri, en Tarragona. Lejos de todo núcleo urbano.
Entre las montañas y los viñedos de una localidad del Camp de Tarragona se yergue un templo llamado (y no respondido) a ser uno de los edificios más emblemáticos de Catalunya. Dicha llamada se efectuó en 1925… y estuvo comunicando hasta 1999, año en el que se terminó el templo. Las obras se paralizaron en 1931 y, entre pitos y flautas, no se reanudaron hasta años más tarde.
El autor o arquitecto de la misma, Josep María Jujol (de quien escribimos un perfil), bebió del estilo gaudiano para construirla. Bueno, no es que bebiera, es que se emborrachó: trabajaron juntos. No obstante, la influencia fue recíproca: entre ambos existía una estrecha relación laboral. Se dice de Jujol que -con nocturnidad y alevosía- retocaba los balcones de hierro forjado de la pedrera. Para darles la forma y la ondulación que él quería.
Influencia de uno sobre otro al margen, ambos tenían la misma referencia artística. La más pura posible: la naturaleza. Gaudí decía que había que imitarla. Y expertos señalan que el Santuari de la mare de Deu de Montserrat fue creado a imagen y semejanza de las montañas de Montserrat. En líneas generales, los entendidos en Jujol siempre han defendido que su obra está condicionada o influenciada por el paisaje rural del Campo de Tarragona.
Un dato importante que tiene que saber el potencial visitante es que sólo está abierta a visitas los domingos (a no ser que reserves para un grupo de más de 20 personas). La entrada cuesta un euro y se puede entrar entre las 11:30 y las 13:30. Lo decimos, básicamente, porque no es plato de buen gusto comerse dos horas de coche (ida y vuelta) para sólo disfrutarla por fuera.