El parque de Antoni Santiburcio –bautizado así por el exconcejal socialista del distrito- está en Sant Andreu y mide 12 mil metros cuadrados.
Como toda gran obra que se precie, la del parque de Santiburcio también va por fases. Y no ha sido hasta hace poco que se ha abierto o inaugurado o finalizado la primera de ellas. Una fase que ha supuesto una inversión de 3’2 millones de euros.
El parque está, como hemos dicho, en Sant Andreu y, más concretamente, entre las calles Gran de Sant Andreu, Palomar, Torras i Bages y Santa Coloma. Una zona que, los más antiguos del lugar, la recordarán como los antiguos cuarteles de Sant Andreu.
El principal atractivo del parque y el motivo por el que hablamos de él casi en términos de parque acuático radica en 234 surtidores. 234 fuentes –quien dice fuentes, dice chorros de toda la vida- que brotan del suelo. Dichas fuentes –o chorros- tienen distintas potencias y la sofisticación del asunto llega al punto de incluir alumbrado led en cada surtidor.
Con lo cual la idea es la siguiente: 234 surtidores de agua iluminada que hacen de la fuente del Bellagio un espectáculo nimio. El del parque de Santiburcio es un espectáculo acuático, lumínico y visual para todos los públicos y habilitado al baño. El horario de funcionamiento es el siguiente: de 10h a 22h entre abril y octubre y de 11h a 14h y de 17h a 19h entre noviembre y marzo.
En suma, un espacio verde –aún en construcción- que hace las veces de refugio acuático. Una buena alternativa para la batalla que todo hijo de vecino emprende sin tregua y día a día contra el calor.