Las iniciativas para ayudar a los refugiados ucranianos no han cesado de aparecer tanto a nivel nacional como regional desde el estallido del conflicto hace ya más de un mes. La más novedosa de entre las surgidas en Catalunya viene de la mano de los pasteleros catalanes. A través de la campaña ‘Mona por la paz’, los participantes se han comprometido a donar 1 euro de los recaudados con la venta de cada mona a la fundación World Central Kitchen.
Se trata de una colaboración entre esta, capitaneada por el chef José Andrés, y los Gremios de Pastelería de Barcelona, Girona y Tarragona, que se han aliado por la causa. La implicación de los pasteleros en el proyecto quedará indicada en cada uno de los establecimientos adheridos y en las bases de sus tartas. La recaudación total será donada a la organización una vez terminen las festividades de Semana Santa, de las que es típico este postre.
World Central Kitchen
La misión de la World Central Kitchen es el abastecimiento de alimentos a los distintos lugares del mundo que hayan sido víctima de conflictos o catástrofes naturales. Para ello, se nutre de las aportaciones tanto de particulares como de colectivos a nivel global. Tras su fundación en 2010 por el chef José Andrés como respuesta a la crisis humanitaria vivida en Haití debido al terremoto que azotó la isla, ha contado con proyectos en otros países como Puerto Rico, Nicaragua o Filipinas.
La organización también se volcó con España tras la irrupción de la pandemia de Covid-19 y, más recientemente, con la erupción del volcán en la Palma. Desde hace unas semanas centra sus esfuerzos en la frontera de Ucrania con Polonia y en otras zonas del interior del país. A través de 330 puntos de distribución repartidos por las distintas áreas, ha logrado servir alrededor de un millón de platos en un cuestión de menos de un mes.
Otra iniciativa solidaria
Entre las campañas solidarias que han surgido en España destaca la de la plataforma Emergency Home. Esta consiste en la búsqueda de alojamiento gratuito para los refugiados ucranianos que quieren trasladarse aquí. El proyecto tiene una doble vertiente: la recogida de peticiones de asilo por parte de los refugiados y de ofertas de propietarios españoles que quieren poner una vivienda a su disposición. La participación está abierta a todo el mundo siempre que el alojamiento cumpla con los requisitos mínimos de estar amueblado y tener los suministros datos de alta.