
Lo de Barcelona y la música es un idilio que viene de tiempo atrás. Montserrat Caballé y Freddie Mercury lo inmortalizaron con Barcelona, una oda a la ciudad que acabó convirtiéndose en himno no oficial de los Juegos Olímpicos del 92. También las Cheetah Girls bailando con un artista callejero por el Passeig del Born en su segunda película, Beth «sobre» la Sagrada Familia en el videoclip de su himno dosmilero Dime, o Shakira en la Barceloneta en el de Loca.
Barcelona tiene un sonido propio. Y ya sea desde un listening bar, un festival, o un concierto de música en directo en el Estadi Olímpic Lluís Companys, la Ciudad Condal está repleta de planes de todo tipo. Música clásica, DJ o artistas emergentes, siempre hay algo que vivir (o escuchar) en Barcelona. ¡Estos son algunos de nuestros planes favoritos para los amantes de la música!
1. Visitar los tres templos de la música clásica en Barcelona
Hablar de los mejores destinos para los amantes de la música en directo en Barcelona es hablar, inevitablemente, del Palau de la Música Catalana, El Liceu y L’Auditori. Ya sea para escuchar un concierto, o simplemente visitarlos, sus edificios son como música para los oídos (y los ojos) de sus visitantes. Y no es un decir. Desde óperas hasta conciertos de orquestas sinfónicas o solistas, sus amplias programaciones son solo una parte de todo lo que significan estos emblemáticos edificios para la Ciudad Condal.
Por ejemplo, ¿sabías que el Palau de la Música Catalana fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997? Y normal, porque ver cómo la enorme cristalera superior ilumina su sala de conciertos es una experiencia casi extracorporal. Estos edificios se podrían considerar los tres pilares de la música clásica en Barcelona y visitarlos, un regalo para los sentidos de cualquier melómano que se encuentre en la ciudad.
2. Escuchar un concierto gratuito de órgano en la Catedral de Barcelona
El órgano. Ese instrumento gigante, solemne y con una potencia capaz de hacer retumbar las paredes de cualquier catedral… También la de Barcelona. Para verlo con tus propios ojos, subraya en tu calendario el tercer miércoles de cada mes, cuando podrás disfrutar gratis de uno de los mejores eventos con música en directo de la temporada: El Cicle d’Orgue de la Catedral de Barcelona. Un ciclo de conciertos que celebra su 35ª edición y que, hasta mayo de 2025, hará sonar su imponente órgano del siglo XVI con programas que van de Bach a Fauré. Música celestial en el sentido más literal de la palabra.
3. Conocer lo que hay detrás de la música en sus museos
Hay actividades para fans de la música, y actividades para fans de la música. Y visitar los museos que ofrece Barcelona para los melómanos es algo que, definitivamente, no hay que perderse. Hablamos del Museo de la Música, ubicado en L’Auditori, y donde podrás encontrar infinidad de instrumentos históricos, piezas antiquísimas y curiosidades probablemente desconocías.
Pero si adoras el rock y estás buscando un museo diferente, el Rock Museum Guitar Legends Hall es una opción perfecta para ti. Y con historia. Ubicado en Ciutat Vella, este museo interactivo nace de la pasión de Juan José Castellano y su hijo por el rock. Hace años comenzaron a coleccionar guitarras de los artistas que le gustaban (decenas y decenas) hasta que un día surgió la duda: «Oye, ¿y si hacemos un museo?». Y este fue el resultado. Un sueño creado por y para amantes del género de Guns N’ Roses.
4. Asistir a un ciclo de conciertos en el MEAM
Y hablando de museos… Si hay uno donde el arte y la música van cogidos de la mano, ese es el Museu Europeu d’Art Modern. Y no, no nos referimos a la típica música enlatada de fondo, sino a maravillosos conciertos en directo que cada fin de semana convierten este palacete del siglo XVIII en un club de blues, una sala de música clásica o un jazz bar. Aquí, los viernes se llaman Friday’s Blues, los sábados Tardes de música clásica y los domingos Sunday Sounds. Y la guinda del pastel: la entrada al espectáculo incluye el acceso a la exposición. Un plan que suena —y se ve— de lujo.
5. Recorrer Barcelona a través de una ruta por 50 portadas de discos
Probablemente sepas 81264 rutas distintas con las que recorrer Barcelona (o no), pero quizá no conocías esta elaborada por la web Rockpapeltijeras. Un original mapa que traza una ruta por 50 portadas de discos donde aparecen diferentes lugares de la ciudad, perfecto para los amantes de la música.
Desde el álbum Come (1994), en cuya portada aparece Prince delante de la Sagrada Familia; hasta Viento del Este (2016), donde vemos a Loquillo delante de la Torre Glòries en su barrio, el Clot; pasando por otros muchos nombres como Los Amaya, The House of Love o Peret. Un itinerario de viaje con géneros y artistas muy variados con el que descubrir Barcelona (y mucha nueva música) de una forma diferente.
6. Perderse entre tesoros musicales en las tiendas de vinilos
Pocos lugares tienen la misma energía que una tienda de discos. Un auténtico santuario en el que las estanterías desbordan vinilos, el dueño te recomienda joyas ocultas y cada rincón esconde los mejores regalos para melómanos. ¿Y lo mejor? Que en nuestra ciudad no podían faltar estos templos, perfectos para perderse durante horas y salir con un disco bajo el brazo.
Cazadores de rarezas, coleccionistas de ediciones especiales o amantes del sonido más underground, Barna tiene una tienda para cada obsesión musical. Revolver Records, con vinilos descatalogados y boxsets imposibles de encontrar; Ultra-Local Records, en Poblenou, considerado el paraíso de los sellos independientes; o Death Moon Records, donde el rock y el metal más crudo tienen su propio mausoleo. Y la lista no para de crecer.
7. Descubrir a artistas emergentes en uno de sus bares alternativos o salas míticas
Conocer artistas emergentes en Barcelona es como encontrar tofu en la carta de un menú vegano: sencillísimo. La ciudad catalana cuenta con cientos de bares alternativos en los que muchas bandas y artistas independientes han dado sus primeros pasos en el mundo de la música. Desde 23Robadors o Heliogàbal, donde Rosalía dio sus primeros conciertos cuando era adolescente; hasta Freedonia, lugar en el que Orchards presentó por primera vez sus temas propios.
Pero hay muchos (muchísimos más). No hay listas de salas míticas de Barcelona que no incluyan la Sala Apolo, Razzmatazz o Salamandra, pero también merece la pena mencionar La Rouge del Raval o Casa Figari para los amantes del jazz. Además de Soda Acústic, donde los artistas pueden unirse a sus jam sessions y los espectadores pueden escuchar géneros musicales muy diversos: gypsy jazz, música balcánica, afro funk psicodélico… Lo difícil es no encontrar un lugar en Barcelona donde escuchar tu género musical favorito, sea cual sea.
8. Disfrutar de un concierto de música clásica a la luz de las velas
Si hay una forma de hacer que la música brille (literalmente), es la de Candlelight. Su fórmula es simple, pero infalible: rendir homenaje a artistas que han dejado huella en la historia de la música, desde Vivaldi y Mozart, hasta Queen y Coldplay. ¿Cómo? Reimaginando sus composiciones más icónicas en arreglos clásicos interpretados entre miles y miles de velas. No importa si eres de lo que sienten debilidad por un buen concierto de piano o si lo tuyo es el rock pasado por un cuarteto de cuerda, aquí hasta la canción que más has quemado en Spotify suena diferente. Créenos.
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9. Experimentar el sonido más puro en los listening Bars y HI-FI bars
En un mundo donde la música a veces es el ruido de fondo entre notificaciones y prisas, hay quien sigue apostando por escucharla con pausa, casi como si fuera un ritual. Ahí entran en juego estas dos experiencias musicales: los listening bars y los HI-FI bars. Los primeros, inspirados en la cultura japonesa del vinilo, ofrecen una atmósfera íntima en la que el cóctel en la mano es tan importante como la aguja deslizándose sobre el disco. Los segundos son el sueño de cualquier audiófilo: sistemas de sonido de alta fidelidad, acústica cuidada al milímetro y la idea de escuchar cada matiz como si estuvieras en el estudio de grabación.
Barcelona también se suma a esta oda al buen sonido con espacios como Curtis Audiophile Café, en Gràcia, o Cloud 9 Sound System, en Sant Antoni. Eso sí, para los que buscan la creme de la creme, Oblicuo HI-FI Bar, en L’Eixample, es parada obligatoria. Porque hay noches para bailar sin frenos y otras para saborear cada acorde con la calma que se merece.
10. Seguir el ritmo de su vida nocturna en alguna de sus discotecas
No se puede hablar de planes con música en Barcelona sin mencionar sus discotecas. O sí, pero entonces nos estaríamos perdiendo la oportunidad de sentir la vida nocturna barcelonesa en sitios como Opium, que ha contado con artistas como Steve Aoki o David Guetta; Bling Bling, muchas veces considerado como el templo del reggaeton y la música House; o Pacha para los que buscan una buena dosis de música electrónica dance.
Pero si lo tuyo es más bien la previa, tomarte una copa en un tardeo tontorrón y ya decidirás más tarde si seguir el plan de discoteca o no, Shôko es una opción perfecta. Restaurante de comida fusión mediterránea y oriental por el día, sus DJ ponen el ritmo por la noche siguiendo el beat de música urbana, desde reggaeton hasta hip-hop (entre muchos otros).
11. Darlo todo en tu festival preferido del verano
Barcelona en verano es ese amigo que siempre tiene un plan bajo la manga y, cuando hablamos de festivales, la cosa se pone seria. El Primavera Sound y el Sónar encabezan la lista de los más conocidos, pero hay vida (y mucha) más allá de ellos.
Si buscas variedad, el Cruïlla es como esa playlist que lo mismo te suelta un himno de Placebo que te pone a bailar con Rubén Blades. Si te gusta un plan chic, Les Nits de Barcelona convierten los Jardins de Pedralbes en un auditorio al aire libre con artistas como Diana Krall o Ludovico Einaudi. Sin hablar del Brunch Electronik, el planazo dominguero en el Parc del Fòrum y el Poble Espanyol donde el techno y el house se maridan con unos atardeceres de escándalo.
12. Encontrar tu nuevo baile o género musical favorito con We call it
La versatilidad hecha plan para los aficionados a la música. Te guste un género musical determinado o seas más de estilos de baile, We call it es una serie de espectáculos en los que (re)descubrir la música.
Además, todas las funciones tienen lugar en ambientes cuidadosamente preparados. ¿Eso en qué se traduce? En que, si vas a We call it Tango, te sentirás en Argentina sin salir de Barcelona. El plan perfecto para los indecisos a los que les gusta la música, pero no llegan a decidirse por la forma en la que la prefieren.
Este artículo ha sido escrito a cuatro manos por Marina Carrasco y Carla Palenzuela.