Se acerca la temporada de verano y, con ella, también el momento de disfrutar de los paraísos naturales que la costa catalana tiene para ofrecer. Este año con más motivo, ya que las playas metropolitanas de Barcelona están de enhorabuena. Recientemente se dieron a conocer todas las playas de Catalunya que contarán con bandera azul este verano y, ahora, la apuesta por el ciudadano como protagonista en la gestión de los arenales y la conservación de sus ecosistemas les ha merecido a las de la ciudad dos reconocimientos internacionales.
Uno de los que les han sido otorgados es el de los premios New European Bauhaus, en los que la gestión de las dunas de la ciudad figura como finalista. Se trata de un galardón otorgado por la Comisión Europea que pone en valor la calidad ambiental y paisajística de los proyectos, poniendo el foco en la conexión entre las personas y la naturaleza. El ganador definitivo del certamen se dará a conocer el día 11 del próximo mes de junio.
Paralelamente, las playas metropolitanas han sido merecedoras de una subvención de 200.000€ de la mano del proyecto Safeguarding Biodiversity, también en el seno de la Unión Europea. Financiado a través del programa Horizon Europe, el proyecto tiene como objetivo proteger la biodiversidad poniendo a la ciudadanía al frente de las decisiones y las políticas. La mencionada subvención, que será recibida y gestionada por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), se empleará en el desarrollo de actividades que fomenten la participación ciudadana y realicen una radiografía de la biodiversidad de los arenales.
Nuevas áreas de entrenamiento
Además, como novedad este año, el AMB ha instalado cuatro nuevas áreas de entrenamiento deportivo ubicadas en las playas de Castelldefels, el Prat de Llobregat, Badalona y Sant Adrià de Besòs. Estos servicios servirán para potenciar las playas como espacio saludable, poniendo los espacios públicos al servicio del ciudadano.
Para la implementación de estos nuevos elementos se ha contado con una inversión que asciende a 160.000€. Con ello, se ha asegurado la alta calidad de sus materiales, resistentes al entorno de las playas. Además, se ha prescindido de hormigón para que su impacto ambiental sea mínimo. Para ello también, aunque ya se han dispuesto en enclaves concretos de los arenales, los elementos están pensados para la posibilidad de cambiarlos de lugar en el futuro.