De un corte de 30 centímetros de largo, a unas pequeñas incisiones mínimas en puntos seleccionados del tórax. De una cicatriz gigante en el pecho, a marcas mínimas. De trasplantar los pulmones abriendo el el pecho y separando sus costillas a hacerlo a través de un pequeño corte de ocho centímetros.
El cambio que supone el primer trasplante pulmonar sin abrir el tórax del mundo es remarcable, y por eso el hospital de la Vall d’Hebron ha celebrado un hito. La operación, realizada a un paciente de 65 años con fibrosis pulmonar, no solo ha sido un éxito, sino que supone un paso de gigante en el campo de una cirugía robótica que reduzca, drásticamente, las consecuencias de la operación en el paciente.
Una técnica pionera
La nueva técnica de intervención, mediante el uso de robots es pionera en lo que refiere a las complicaciones durante el operatorio pero, sobre todo, a las complicaciones del post operatorio. En todo trasplante, para evitar que la persona rechace los nuevos órganos es necesario suministrar una medicación que deprime el sistema inmunológico de por vida, con lo que el riesgo de infección postoperatoria siempre es muy alto.
En algunos casos la infección se acaba produciendo y la herida no se cierra adecuadamente (cuando se trasplantan los dos pulmones la apertura a realizar es de unos 30 centímetros, de lado a lado del tórax). En algunos casos en los que la herida no cierra por culpa de una infección, es necesario volver a operar a la persona para controlar la infección, lo cual se suele hacer en personas con insuficiencias respiratorias que pueden sufrir, por ejemplo, por el simple hecho de ir al baño, por lo que una cirugía tan agresiva como se ha hecho siempre les suponía muchas consecuencias negativas.
La nueva técnica es novedosa por dos motivos. En primer lugar, es la primera vez que se trasplanta un pulmón mediante una técnica mínimamente invasiva basada en robots. En segundo lugar, la sustitución de es gran corte de 30 centímetros por una pequeña incisión de ocho centímetros suponen el descubrimiento de una nueva vía para extraer los pulmones trasplantados.
La operación, llevada a cabo por un equipo multidisciplinar, se inicia con ese corte de ocho centímetros, por donde se extraerá el pulmón, y luego se introducen por distintos puntos del tórax los brazos del robot, que pasan a operar dentro del cuerpo.
El postoperatorio está siendo muy satisfactorio y con poco dolor. Ahora, la técnica se seguirá perfeccionando con una lista de pacientes seleccionados, y la intención es que, poco a poco se empiece a expandir por más hospitales.