Si vivimos en un barrio delimitado por una avenida como la Meridiana, un supermercado que esté al otro lado de esta vía, puede estar a pocos metros de distancia, pero psicológicamente muy lejos.
Este fenómeno no solo afecta al consumo, sino también a las relaciones entre vecinxs, entidades culturales, escuelas o centros deportivos, como es el caso entre Nou Barris y Sant Andreu, separados por una simple avenida que supone un mundo de distancia.
Ahora, el Pla Superilla Barcelona pretende derribar esta frontera física y mental con las obras que se realizarán en el tramo entre Fabra i Puig y el Pont de Sarajevo. Estas incluirán más pasos entre los distritos, más árboles y el derribo de las infraestructuras que hacen la función de muros, como el Pont de Dragó o el Mur de Sant Andreu.
La nueva Meridiana: un carril bici, parterres y un paseo para peatones
El cambio más importantes que sufrirá la Meridiana es la reducción de un 36% de la superficie destinada a la calzada. Se eliminarán carriles de circulación en ambos lados de la avenida y se construirá, en medio de la Meridiana, un paseo rodeado de árboles y parterres dónde se ubicará un carril bici.
Actualmente, para cruzar la vía a pie, sólo se puede hacer a través de los 9 paso que se encuentran a 300 metros de distancia el uno del otro. Con la reforma se doblarán reduciendo la distancia entre ellos a tan solo 120 metros.
Además, en el tramo entre Fabra i Puig y el Pont de Sarajevo, desaparecerá el Pont del Dragó, un puente que se construyó para que los peatones pudieran pasar por encima de las vías del tren y de la autopista. El derribo de esta infraestructura permitirá construir un cruce a nivel entre los dos barrios.
En total, se reformarán cinco kilómetros entre la Plaça de Les Glòries y el Pont de Sarajevo, reduciendo el tráfico de 17.000 vehículos diarios y dotando de nuevas infraestructuras más amables para facilitar la conexión entre lxs vecinxs de dos barrios que se encuentran tan cerca, pero a la vez tan lejos.