
El barrio del Congrés i els Indians, en el distrito de Sant Andreu, ya disfruta de la nueva plaça del Canòdrom. Una reforma que, después de un año, ha mejorado el espacio, convirtiéndolo en una zona ajardinada en la que se promueven nuevos usos para los vecinos y vecinas del barrio y que da respuesta a una larga reivindicación de las entidades y vecindario del entorno.
En total, la reurbanización ha actuado sobre un total de 8.425 m2, conservando su histórica pista con un circuito de tres metros de ancho que mantiene recuperar la memoria del edificio original, el último canódromo de la ciudad.
La nueva plaza ofrece diferentes espacios y zonas de usos, como un ágora para actos al aire libre, cuyo aforo se complementa con las gradas del equipamiento, y un área para perros de 489 m2. Destaca también la superárea de juego infantil, de más de 863 m2, que ofrece diferentes posibilidades de juego y exploración para los niños.
La sequía pone freno a la zona verde
En cuanto a la superficie ajardinada, aunque debido a la sequía extrema los trabajos de plantación de vegetación no se han podido ejecutar en el plazo de obra, ocupará un espacio de 2.245 m2 donde se garantizarán áreas de sombra. La vegetación tendrá un papel simbólico importante, ya que se ubicará en torno al nuevo contorno de la plaza y permitirá redescubrir y recordar la despejada pista de galgos antiguamente oculta detrás del muro perimetral.
El nombre de la plaza viene dado por el edificio del antiguo Canòdrom, de Antoni Bonet y Josep Puig, del año 1964, que forma parte del Catálogo de Patrimonio Arquitectónico Histórico-Artístico de la Ciudad, y tiene una especial importancia dentro del barrio. El edificio del Canòdrom es una de las obras más singulares de Barcelona, y forma parte de un conjunto de obras de la arquitectura moderna que surge después de la guerra, puesto que es el único edificio con una estructura metálica singular en Barcelona que ha sobrevivido a esos años.
Las obras de la plaza incluyen, además, la reurbanización de la calle Can Ros, que se convertirá en plataforma única y accesible para dar continuidad a la plaza del Canòdrom. Las obras se pondrán en marcha a lo largo del verano y se alargarán durante 6 meses.