Pocos lugares en Barcelona más conocidos para mal que el famoso pasillo del transbordo del metro del Pg.de Gracia, tristemente famoso por su duración eterna y su arquitectura hostil. Y aunque esa fama será difícil de borrar (sus 256 metros subterráneos duran lo que duran) ahora TMB ha querido hacer una reforma para hacer el paseo, al menos, algo más agradable.
Para ello, ha decorado las paredes del pasillo con imágenes de alta resolución con referencias a Barcelona y su historia. El proyecto es una adaptación de la propuesta ganadora que realizaron los estudiantes del Instituto Antoni Algueró, de Sant Just Desvern, al reto lanzado por el Área de Responsabilidad Social, Mujer y Diversidad y TMBinnova en la tercera edición de 24 horas de innovación Barcelona.
La reforma se enmarca en el proyecto ‘Espais més amables, entorns més acollidors», una prueba piloto para reforzar construir espacios más amables que mejoren la percepción de seguridad de las personas usuarias y se prevengan así conductas de acoso machista y LGTBI-fóbicas en la red de metro.
La reforma afecta a un tramo de 23 metros situado al inicio del intercambiador por el acceso de Passeig de Gràcia/Gran Via. Las dimensiones de los vinilos son de 2 metros de altura por 23 metros de ancho, que cubren la totalidad de las paredes del tramo con imágenes del exterior, cuyo autor es el fotógrafo Roger Grasas.
Por otra parte, se ha reforzado la iluminación de este tramo, para mejorar su visibilidad y percepción de seguridad. También se ha pintado el techo y las columnas recreando el cielo de la ciudad, haciendo del espacio un sitio vivo, agradable y dinámico.